Chihuahua

Marlene esta navidad: agresión y sueños de una madre migrante

Este año para mí no hay navidad: Migrante proveniente de el Salvador

Por esta navidad me estaba encargando de una nota respecto a migración, llegué al albergue  1 de 7 migrando, ahí me encontré con Marlene Carrillo García, quien tiene 28 años, proveniente del Salvador.

Casa del migrante: 1 de 7 migrando

Tuvo que pasar una hora para poder platicar con ella, cuando llegó el momento se encontraba sentada en las gradas a lado de Christian, su pareja quien la animó para que accediera hablarme. Al principio se veía un poco renuente a la plática, pero luego descubrí el porqué.

La entrevista fue en el gimnasio en el albergue, la temperatura era bastante fría, mucho más que afuera. Nos quedamos ella y yo a solas, le pregunté su nombre, edad y lugar de origen, su respuesta era casi imperceptible y no porque le diera pena, sino que traía una infección en la garganta y encías.

Comenzó por platicarme que había dejado su país por cuestiones económicas y de seguridad. Marlene y su pareja han viajado durante un año y 20 días. La ciudad de Chihuahua, es un destino que forma parte de su plan para cruzar la frontera hacia Estados Unidos.

Marlene es madre de tres niñas; Mayari de 12 años, Jazmín 11 y Taira de 7, quienes se quedaron en el Salvador junto a su abuelo, tías y su hermano menor de 24 años quien tiene SIDA y no ha sido atendido ya que en su país el tratamiento tiene un costo elevado y es muy difícil acceder a el.

Al contarme eso a Marlene se le asomaban las lágrimas mientras su mente viajaba hasta su tierra con su familia

Siguió hablando de su viaje y de la diferencia entre una mujer y un hombre migrante. Los hombres tienen una ventaja a la hora de defenderse de los peligros que se presentan antes de subirse del tren.

Recordó que, al sur del país, en Matías Romero, Oaxaca, al querer subirse al tren se cayó dos veces fue en donde sacó todas sus fuerzas para poderse subir a la bestia, la tercera vez que lo intentó lo logró, pero arriba de los vagones sería otra lucha, pasar hambre y sueño.

En uno de los tramos el sueño le ganó y estuvo a punto de caerse, se salvó porque sus dedos se quedaron atoradas en las rejitas. Christian, también tuvo una experiencia parecida, quería subir al vagón, pero justo en ese momento el tren empezó acelerar, se resbaló quedando colgado con una sola mano y uno de sus tenis se fue volando.

Marlene suspiró y siguió contándome que es difícil, hay muchos peligros, arriba del tren se ven muchas cosas, mujeres con sus niños, personas que se caen del tren, asaltos, secuestros y muchas de las mujeres son víctimas de violaciones aún durante el trayecto, en presencia de los presentes.

En Chahuite, Oaxaca, le tocó escuchar el caso una pareja hondureña que viajaba con su hija, fueron golpeados y a la mujer la violaron, la hija por suerte logró escapar, pero el padre tuvo que ver cuando abusaban de su esposa.

Otra parte difícil del viaje fue el secuestro de Marlene y Christian, en la Cd. de Tijuana. Les golpearon y a Marlene le provocaron daños en la dentadura, por lo que ahora trae una severa infección. Cuando fueron liberados pidieron apoyo a las autoridades pero se invirtió todo en contra, por lo que fueron a la Comisión de Derechos Humanos, pero la denuncia no procedió porque no tenían una residencia fija en donde pudieran llegarle las notificaciones.

“Hay tanta gente mala en el camino, pero también hay muchas personas buenas, aquí en la Casa del Migrante vienen muchas personas a traer cosas y es más abierta en comparación otras albergues en las que nos ha tocado estar, allá solo nos dejaban quedar por tres días, eran buenos, pero no se veían personas trayendo cosas”

Una Madre que migra para lograr el sueño americano

El recuerdo de su país, de la comida y las festividades rondaban por la cabeza de Marlene ese día y sobre todo pensar en sus tres hijas a quienes extraña.

Cuando aun vivía en El Salvador y estaba embarazada de su hija ahora de 7 años, asesinaron a su esposo quedándose ella sola a cargo de todos los gastos y de sus hijas, al nacer la pequeña empezó a trabajar vendiendo comida en escuelas para comprar lo básico, en esos días fue atropellada otra de sus hijas.

Al hablar de ese momento, la cara de Marlene era de nostalgia, mientras me narraba la anécdota que había marcado su salida de El Salvador, me dijo un día antes de iniciar el viaje se encontraba afuera de su casa y su hija abrió la puerta, salió y le dijo “ya sé que nos quieres mirar porque ya te vas y no sé cuándo nos volvamos a ver, pero mis hermanas y yo te estaremos esperando” de nuevo las lágrimas brotaron.

Siguió hablando y dijo esta navidad sus hijas no tendrán mucho, pero lo que importa es que estarán con la familia, es lo único que importa, la unión, en mi casa suelen hacer tamales y ponche, pero este año para mí no hay navidad.

Con la ayuda del albergue 1 de 7 migrando, Marlene y Christian buscan regularizar papeles de migración para quedarse trabajando una temporada en la Ciudad de Chihuahua. Esta es tan solo una historia de migrantes que deciden dejar sus países por seguridad, economía o para tener una mejor calidad de vida.



Entradas Relacionadas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *