A estas alturas del sexenio imaginar que tendrá un impacto positivo la detención del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte o que servirá de algo calificar como crisis el proyecto y pleitos de azotea en el PAN por controlar la auditoría del Congreso del Estado, cuando resultan ser una pérdida de tiempo y tinta, pues simplemente estamos ante una sucesión de acontecimientos que ya no despiertan, entusiasman o desconciertan a nadie.
Los infantiles y patéticos intentos tanto de priístas como de perredistas para no proyectarse como irresponsables e idiotas, después de haber votado en el Congreso en favor de un candidato a auditor, que por haberse registrado en el PAN como precandidato a diputado plurinominal el año pasado, estaba y sigue estando descalificado para siquiera inscribirse para competir por el hueso.
Hasta la respetable etnia Tarahumara compromete su prestigio y tradición, cuando priístas y perredistas visten de colores a tarahumaras nylon, para utilizarlos como pandilla de presión contra Javier Corral.
Mientras glamorosas y no tan glamorosas diputadas, acompañadas de diputados con corbata o en tenis, a declare y declare, a propone y propone, burrada tras burrada o de plano fantasías, queriendo verse sensibles y cercanos a un pueblo, que hace bizcos con los ojos desorbitados porque simplemente no sabe cómo interpretar el espectáculo grillo de carpa cotidiano.
En el PRI un nuevo delegado exgobernador, tan lejos de aquellos ex delegados que realmente eran políticos de carrera, en el PAN un par de diputadas locales bautizadas como “las pone uñas”, porque eso hacía para ganarse el pan, colocaban y pintaban uñas, que reflejan la cultura, liderazgo y alcances de su expresidente estatal, hoy talentoso burócrata gracias al cual en Chihuahua más o menos se recoge la basura.
Al tiempo que el terceto de cuero diputadas tricolores súper exhibidas en las redes sociales, ya no saben que maroma practicar para distanciarse por haber votado también por el auditor balín azul. Mientras que a diario nos enteramos de los puntapiés bajo la mesa entre el gobierno estatal y municipal.
Entonces, ¿qué nos queda a los articulistas en Chihuahua?, que consideremos un desafío para los análisis, cuando la materia prima se reduce a resbalones, pleitos de banqueta, sacadas de lengua y levantadas de enaguas de azotea.
Mientras esto sucede caen los niveles de los mantos freáticos de los pozos, continúan las amenazas al empleo maquilador y otros países como Vietnam, Singapur, Taiwán y China todos los días avanzan y se fortalecen, para ofrecer a sus nuevas generaciones oportunidades de empleo, futuro y calidad de vida.
Por ello me pregunto ¿dónde y cuándo se nos extravió la política?, ¿o sí sólo fue un espejismo?, así como, ¿si algún día volveremos a ver una clase política y políticos en Chihuahua?
Criticas muy fuertes y con mucha realidad. Se vive una lucha continua por que el poder este bien representado. Una realidad es que no hay una diferencia entre diputados, sino entre partidos. No hay un seguimiento del lado del pueblo hacia los diputados y personajes políticos, lo que provoca ver a todos los del PRI como diablos, los del PAN como izquierdistas, PRD mini pri, etc. Siendo así los actos de estos personajes a pesar de ser bien intencionados son olvidados y esto mismo sucede con las malas practicas.
Saludos.