La adecuación de edificios públicos deberá ser accesible y transitable para todos sin dificultad
“Se consideraran barreras arquitectónicas todos aquellos elementos de construcción que dificulten o impidan el libre desplazamiento en espacios interiores o exteriores del sector público, social o privado a personas con discapacidad; así como el uso de las instalaciones; debiendo consecuentemente regularse el diseño de los elementos arquitectónicos y urbanísticos”(Ley para atención de las personas con discapacidad, 2004).
El Congreso del Estado de Chihuahua en cumplimiento del artículo 49 de la Ley para la Atención de las Personas con Discapacidad, dio un paso más con la adaptación de ascensores en sistema Braille.
Es obligación del Estado dar el ejemplo en el constante crecimiento hacia una sociedad y una cultura incluyente, así como proveer la infraestructura adecuada y garantizar los derechos de las personas con discapacidad.
Sin embargo, aun estamos lejos pues hace falta sensibilizarnos en la practica por parte de los funcionarios en temas de inclusión para personas con discapacidad.
No basta tener la infraestructura bajo los marcos que dictamina la ley, se necesita sentido humano para crear conciencia y lograr ser una cultura completamente incluyente, que garantice la plena movilidad y acceso para todas y todos, que se inculque el respeto de las áreas establecidas para personas con discapacidad.
Pues la realidad es que los ascensores que fueron instalados para brindar un plena movilidad, comodidad y autonomía a las personas con discapacidad visual, pasa solo por la “buena voluntad” de los encargados.
Pues el servicio de ascensores en braille los días martes y jueves pasa a ser un ascensor exclusivo de los diputados y diputadas, lo cual impide el derecho de desplazarse de forma plena en las instalaciones a personas con discapacidad visual.
Aun con toda la información en el exterior para crear una cultura de respeto y sensiblización, no se ha organizado a nivel de Estado una inclusión real, que ponga en practica el respeto y no el privilegio.
Con todo esto que no se entorpezca el crecimiento de una sociedad a favor de que las personas con discapacidad visual gocen de plena movilidad, comodidad y autonomía.