Los precursores más directos del cómic fueron los alemanes:
En 1825, Rodolphe Topffer, ilustraba relatos que escribía para sus alumnos. Estos relatos fueron publicados en 1832, y es en 1837, cuando se publica su primera historieta exitosa.
En 1860 el alemán Wilhelm Busch publica la historia de un ratón que se dedica a perturbar a la gente.
Hacia 1889, en Francia, Christopher (George Colomb) publica La Familia Fenoullaird, Le Sapeur Camembert, Le Savant Cosinus, etc.
Un poco de historia
Podemos ubicar como antecedentes primigenios del cómic las pinturas rupestres, los jeroglíficos egipcios, los dibujos de las civilizaciones precolombinas como o el lienzo mexicano de Tlaxcala o los códices aztecas, y otras expresiones gráfico verbales como la Columna Trajana, en Roma o el tapiz de Bayeux.
En realidad lo más cercano a lo que es propiamente este medio narrativo, nace con la creación de la imprenta y la caricatura. De ahí surgen ejemplos como los grabados en madera alemanes de fines del siglo XV sobre temas religiosos, políticos y morales.
En Inglaterra, hacia 1862, Francis Barlow utiliza bocadillos parecidos a banderas o rúbricas en sus hojas de propaganda. Más tarde, hacia 1732, la historia de una prostituta, de William Hogarth, constituye una ilustración moralista, presentada en colecciones de grabados que son leídos en secuencia como relato.