En los últimos días, el mundo del deporte ha estado muy activo, apasionado y dinámico. Nos ha entregado una vez más grandes capítulos donde la gloria eterna espera para quienes ganan en sus respectivas disciplinas y por supuesto, para quienes disfrutamos de ellos
Que si bien, no logra paralizar al mundo en su totalidad, si logra hacerlo en el corazón de quienes disfrutamos de cada deporte. Pero, vayamos por partes.
Dentro de un par de días, comenzará la Copa Confederaciones Rusia 2017, donde el representante de cada continente luchará para poner en alto a su país y demostrar que no solo son los mejores de su región, sino que son capaces de ganarle a cualquiera.
Alemania, Portugal, Rusia, Chile, Nueva Zelanda, Australia y Camerún se unirán a México para disputarse el torneo, mismo que es una antesala para la Copa Mundial de Fútbol a disputarse el próximo verano en el mismo lugar.
Pero, ¿Hasta dónde llegará la Selección Nacional?, ¿Es capaz de competir al tú por tú contra cualquiera?
Desde hace algunos años México ha tenido una gran camada de jugadores con gran experiencia y liderazgo. Que han logrado desarrollar al máximo su potencial y han sabido competir en los grandes equipos de la élite mundial. Sin embargo no logramos ubicarnos en el mapa futbolístico de la mejor forma o como quisiéramos por diferentes circunstancias.
El “Jugamos como nunca, perdemos como siempre” es algo que el aficionado tiene en cuenta cada vez que vamos a disputar un torneo de alta envergadura, y sinceramente no los culpo, pero ¿que no los cambios comienzan por pensar diferente?
Se pueden lograr grandes cosas, se puede llegar a la gran final del torneo y porque no, ganarlo. Si, así es, se puede ganar como ya alguna vez lo hicimos pero sin duda se tiene que trabajar y que cada engrane de la estructura trabaje como un auto de lujo. Tener las ganas, el ímpetu, la destreza, las habilidades, el talento (que claramente lo tienen los seleccionados) y sobre todo la voluntad de querer hacer las cosas de la mejor forma al 100%, no solo en el fútbol, sino en cualquier rubro de las costumbres y el diario vivir de nuestra esencia nacional.
Confío en que México hará un buen papel, sé que darán todo de sí para llegar a hasta las últimas instancias. Mucho que ganar y nada que perder. Es ahora o nunca para poder dar un golpe de autoridad y decirle al mundo del fútbol: “¡Hey! Aquí estamos y somos mexicanos”.
Por otro lado, el pasado domingo, en París, Francia, se llevó a cabo una de las 4 finales más importantes que año con año el tenis nos regala, Rafael Nadal se enfrentaba a Stan Wawrinka, quien no fue rival para el español debido a que se llevó en sets seguidos la victoria y así proclamarse por décima ocasión campeón del abierto de Francia.
La hegemonía de alguien así sobre alguna superficie es impresionante, hoy en día el ganar un evento de tal magnitud es inigualable y el “Rey de la Arcilla” nos dejó bien claro que todos pertenecemos a algo, que nos atrae y nos llama. Que no podemos cortar ese lazo y que siempre, a donde sea que vayamos, nos perseguirá. “Ser el mejor de los mejores, implica cometer errores y continuar.”
Frase que describiría perfectamente a Rafa, quien tras varias cirugías en la rodilla, se levanta como fénix, de los escombros, en cenizas para decirnos que no hay nada más grande que él en el polvo de ladrillo. Hay Nadal para rato y eso debe de preocupar a los demás jugadores, seguramente descansará un par de semanas y volverá con todo para Wimbledon, el siguiente abierto de tenis en Inglaterra.
Quien también descansará después de un año deportivo no tan glorioso y para nada satisfactorio, es Lionel Messi, el astro argentino se tomó un par de días para disfrutar de su familia mientras el seleccionado de su país se enfrentaba en un par de amistosos debido a la fecha FIFA. Viajó a Ibiza donde paseó en alta mar y donde tuvo tiempo para reponerse después de un año que en lo profesional no fue lo mejor.
El FC Barcelona (cuadro donde milita Lio) tuvo un año para el olvido donde solo pudo lograr la Copa del Rey y donde el eterno rival no solo ganó la Liga, sino se convirtió en el primer equipo en ganar 2 veces de manera consecutiva la Copa de Europa en este formato.
Tiempo de replantear las cosas para el club y volver a poner en la senda de la victoria a quien es considerado como el mejor club de esta era. Se contará con un nuevo entrenador, Ernesto Valverde, quien viene a tomar la vacante que deja Luis Enrique y también a poner un golpe de autoridad en la renovación de Messi con el equipo.
Queda de manifiesto que el futuro inmediato del jugador no parte de los directivos y el entrenador de la primer plantilla, sino de el mismo “10”, donde deja claro que es el jugador más importante, quien más le ha dado en los últimos tiempos y quien en lo personal rebaza en importancia simplemente por lo que representa. La grandeza, el talento nato y el don absoluto de quien ya dejó claro que es uno de los más grande de todos los tiempos mueve los hilos de todos los corazones blaugranas.
Solo queda esperar a que se llegue a una renovación para así poder disfrutar de este pequeño que nos ha maravillado a todos durante muchos años más, en Barcelona, en casa, donde siempre quedará en los anales de este hermoso deporte.
Sin duda nos espera un verano electrizante y lleno de tanta actividad que será difícil prestar atención a una sola cosa de manera simultánea, pero ojalá el deporte nos ayude a valorar que no solo la mayoría de ellos son juegos, sino que son herramientas de paz para el mundo entero en estos momentos difíciles.