Resultaría toda una pérdida de tiempo escribir sobre los motivos de los sindicatos magisteriales, para que una semana y la siguiente también, continúen el interminable e inexplicable pleito por episodios con la administración de Javier Corral, sazonado en las mieles de un corrupto periodismo digital destetado del billetazo público.
Una vez que las finanzas estatales salgan del hoyo sótano donde las dejó César Duarte, me preguntó, ¿qué otros motivos les quedarán a los grillos maistros para amenazar con paros y conflictos?, donde argumentos como una educación de calidad para que los niños y jóvenes de hoy estén mejor preparados para enfrentar los desafíos del siglo XXI, por ningún lado se escuchan.
México y Chihuahua, independientemente de los conflictos partidistas, estamos atorados y empantanados en una soberbia magisterial sazonada y marinada en una incultura y mediocridad tercermundista, que mi maestra de primer año de primaria en la escuela Benito Juárez, hoy museo, ni por asomo compartiría.