Yamel Antonia Luna, egresó de la Universidad Autónoma de Chihuahua hace 3 años como cirujana dentista. Es originaria de Turuachi, municipio de Guadalupe y Calvo. Yamel conoció al PUI por una convocatoria emitida por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas CDI, en su comunidad para estudiar la preparatoria en la cabecera municipal y cuando terminó con el nivel medio superior, quería seguir estudiando por lo que la dirigieron al Programa Universitario Indígena PUI.
“Al principio, cuando llegué me costó bastante, aunque me había alejado de mi familia para estudiar la prepa, el hacerlo aún más es muy complicado” compartió Yamel. Para la joven raramuri, uno de los primeros retos fue el hospedaje, nos comparte “temporalmente viví con una tía luego me fui a una casa de asistencia, adaptarme a la ciudad, conocer el funcionamiento del transporte, saber administrar el tiempo y dinero es lo que valoro mucho, convivir con personas con diferentes hábitos y costumbres fue un proceso bastante difícil”.
Durante su primer semestre de universidad Yamel era muy tímida, sus compañeros ya entendían más cosas estaban más relacionados entre sí. Tampoco el cambio de bachillerato fue algo sencillo, pues estudió una área físico matemática y entró a ciencias de la salud, por lo que cambian muchas cosas. “En la facultad de odontología se me ayudó mucho durante la carrera, sobre todo con los materiales y nunca se me excluía de participar en los eventos que la facultad tenía y siempre hubo una motivación”
Para Yamel el espacio de la facultad se convirtió en un habitat “estaba todo el día en la escuela, hubo muchos profesores muy buenos así como profesores apáticos y como la escuela era muy pequeña, era muy familiar y se sentía la integración, aunque esta se dio conforme avanzaban los semestres” recuerda.
La carrera de odontología me llamaba mucho la atención, pero me hubiera gustado tener más información antes de elegirla, explicó Yamel Luna, quien agregó cuando sales de la carrera no sabes cómo afrontar la realidad, ni como presentar un currículum, ni siquiera saber que hacer para poder poner un consultorio propio, “pero son piedras que te vas encontrando en el camino y fue el camino que yo decidí tomar, no me arrepiento porque me gusta mucho mi profesión” comento Yamel Luna, quien perteneció al PUI.
Actualmente, Yamel Luna está subempleada, porque no cuenta con medios suficientes para montar un consultorio, pero si trata de ejercer la carrera con lo que tiene y no pierde las esperanzas. Nos dijo también que va por una propuesta como gestor medico en el Seguro Popular del municipio de Guadalupe Calvo.
La discriminación ha estado presente continuamente pero no la sabemos reconocer al principio hasta llega a cuestiones mayores, compartió la egresada universitaria, “en todos lado se sufre discriminación tanto en la comunidad como fuera de ella lo importante la forma en que la enfrentas”.
El PUI es un programa que alienta a muchos jóvenes a seguir estudiando, empezamos 14 y ahora son más de 400 estudiantes, esto me da mucho gusto, tan solo de mi comunidad ya hay dos personas más. Este programa crea lazos de amistad y tal vez en un futuro con esa amistad se pueda lograr algo muy positivo para cada comunidad, tanto en recursos laborales y también para dar a conocer los programas de apoyo, a los que tienen derecho de acceder, por una comunidad más comunicada.
“Ver a los compañeros que están sobresaliendo y ayudando a su familia es muy grato” dijo la egresada de hoy cirujana dentista, Yamel Antonia Luna.
