El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) a través del Proyecto Tarahumara Sustentable y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), impulsaron la implementación de un biofiltro como opción viable para sanear el agua que llega a las comunidades, elevar su calidad al limpiarla de contaminantes y sea apta para consumo humano.
En entrevista con la microbióloga Rocío Infante, responsable de la instalación del biofiltro colocado en el Parque Nacional Cascada de Bassaseachic, expresó que se implementó esta iniciativa con el fin de que las familias que viven en la zona tengan acceso a agua de calidad. Explicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada 100 personas no tiene acceso al agua potable, sobre todo en zonas rurales.
En 2017 se colocó en el Parque Nacional Cascada de Bassaseachic un biofiltro para sanitización de agua como opción para limpiar y filtrar contaminantes y disponer de agua de mejor calidad.
La entrevistada, apuntó que ante los problemas gastrointestinales que se presentaron en niños menores de 5 años, el Proyecto Tarahumara Sustentable decidió desarrollar un estudio microbiológico en las aguas que bajan por la Cascada de Bassaseachic, ubicada en la cuenca hidrológica del río Mayo, donde determinó que había presencia de contaminantes, entre ellos microorganismos coliformes y metales pesados, los cuales causan problemas como diarrea u otras infecciones.
Para la implementación de los biofiltros además se hizo una encuesta donde se les preguntó a las personas de la zona, si tomaban agua directamente del río, sin embargo, muchas contestaron que no, aunque iban por el líquido al lugar para uso doméstico. Por lo que se hizo un prototipo del biofiltro pensando en las necesidades de región y consideraron una opción accesible que no utilizara energía eléctrica, esta tecnología evita que se produzcan desechos indeseables como lodo activado en el cuerpo de agua.
El uso de esta tecnología basada en un mecanismo granular, permite que las comunidades puedan tener acceso a agua potable en cantidad y calidad. En este caso el biofiltro instalado beneficia a 20 familias.
En la etapa de monitoreo, la microbióloga, mencionó que hubo retos, pues para el análisis se requería un tanque con 200 litros de agua, sin embargo, el equipo que estaba realizando las pruebas y ella misma buscaron otra alternativa, obteniendo que la prueba se lograra en un litro de agua.
Para este proyecto previamente se hicieron reuniones informativas con la comunidad, además de un monitoreo durante las cuatro temporadas del año para determinar el nivel de contaminantes en cada una de ellas. Aunado a esto, se hizo difusión, lo cual también fue parte fundamental del proceso para lograr obtener agua sanitizada y que pudiera ser de consumo humano.
Rocío Infante, calificó a las instituciones participantes como comprometidas para disminuir los riesgos para las comunidades de la Sierra Tarahumara y aumentar la calidad de vida de sus habitantes, pues gestionan recursos y realizan estudios a través de equipos multidisciplinarios como el encabezado por ella, el cual contaba con la labor de estudiantes de la Facultad de Ciencias Químicas de la UACH.
El uso de la tecnología permite a las comunidades tener acceso a una mejor calidad de vida y con alianzas como la trabajada con el Proyecto Tarahumara Sustentable, es posible llegar a más regiones, expresó la microbióloga. Y aunque el proyecto del biofiltro en el Parque Nacional Cascada de Bassaseachic está en fase piloto, se pretende que se extienda a más comunidades y con ello evitar las problemáticas que causan los contaminantes en el agua, sobre todo las infecciones estomacales.
Para saber más sobre biofiltro y otros temas
Si quieres saber más sobre este y otros planes que se están desarrollando en nuestra Sierra Tarahumara, no olvides visitar el sitio del Proyecto Tarahumara Sustentable y continuar al pendiente.
Infografía:
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