Gastar con inteligencia es algo difícil en una realidad en la cual estamos rodeadas de mentes maestras en la mercadotecnia, ¿cuántas veces no hemos ido al súper con la intención de comprar un solo artículo y salimos con cuatro o cinco, mínimo? Aceptar nuestro presupuesto y tratar de apegarnos a él no sólo en el número de cosas que compramos, sino también en los lugares que visitamos, la ropa que vestimos y los precios que no contemplamos, no sólo es cuestión de finanzas, sino también de mantener un equilibrio en nuestro interior.
Para Jimena Núñez, asesora financiera, conservar un presupuesto balanceado es la clave para unas finanzas sanas, y para lograrlo debes apegarte a la distribución del porcentaje. Es decir, estar consciente de lo que tienes para saber en qué, cómo, cuánto, cuándo y dónde gastarlo. Así como aceptar que hay veces en que los pequeños lujos no pueden darse.
La clave principal es no querer gozar de un estilo de vida al que tus posibilidades te están limitando. –Jimena Núñez, asesora financiera.
Derrochar dinero que no tengo en cosas que a lo mejor no necesito, para aparentar ante personas que tal vez no les importa representa un problema que, desgraciadamente, no es para nada actual. Nuestras experiencias de vida nos llevan en ocasiones a conocer personas que sólo piensan en lo material y en la importancia de una marca; en el estatus que te da comprarte un café de 100 pesos, en lugar de uno de 30.
Y es perfectamente natural dejarse llevar un poco por este tipo de casos, sin embargo, es importante darnos cuenta que esto no es algo que nos ayudará, al contrario, nos da un modo de vida ‘justo’ y a veces en números rojos al tener que usar tarjetas de crédito para solventar las compras no contempladas y esos precios excesivos.
Para no caer en este tipo de situaciones, en los que se comprometen nuestras finanzas, ya sean personales o familiares, debemos tener en cuenta que nuestros gastos fijos deben estar abajo del 50% de nuestros ingresos netos, explicó Jimena, máximo un 70%, pero esto no es recomendable. Y, por supuesto, contemplar un porcentaje de ahorro, a lo que no debemos quitarle la atención de encima.
Asimismo, debemos empezar a tomar consciencia sobre lo que queremos para nuestro futuro, antes de pensar en pagar una gran cantidad por un artículo que podríamos obtener por un precio mucho más módico y de la misma o mejor calidad.
Detenernos antes de derrochar nuestros ingresos y sobrepasar nuestro presupuesto es también pensar en nosotras mismas, así como tomar en cuenta nuestro bienestar y el de nuestras familias, pues no tener los recursos cuando se requieran es dejar el núcleo desprotegido y expuesto a situaciones que siempre se escapan de nuestras manos, todo por haber puesto nuestro dinero en un par de zapatos que tal vez medio usemos sólo en una ocasión.
Tratar de mantener un estilo de vida que no va de acuerdo con nuestros ingresos no sólo nos puede acarrear problemas financieros, también legales, emocionales y hasta de salud, al tener latente la preocupación por intentar solventar las deudas y un estatus social que personas ajenas intentan adjudicarte, sin ninguna autoridad real.
Tu estilo de vida debe basarse en tu presupuesto
Aceptar los ingresos que posees en este momento es un aliciente para aspirar a generar más dinero para ti o tu familia, y poder darte, con toda la tranquilidad, uno que otro lujo, sin comprometer la salud de tus finanzas.
¿Quieres formar un equilibrio y no sabes cómo? Jimena Núñez pone a tu disposición asesorías, con un toque totalmente humano y empático, con las cuales podrás ver esa luz al final del túnel, sin importar tus ingresos. ¿Te animas? Contáctala al número 614 154 5363.
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