a
Bienvenida a nuestro portal: contenido diario, auténtico e imparcial
 

Por discriminación, personas indígenas son más propensas a no estudiar

Oxfam (Oxford Committee for Famine Relief / Comité de Oxford para Combatir la Hambruna), en conjunto con Patricio Solís, Braulio Güémez y Virginia Lorenzo, escribieron un documento llamado “Por mi raza hablará la desigualdad”, donde nos presentan la desigualdad de oportunidades en México para los pueblos originales.

Este documento nos habla sobre la discriminación histórica que sufren las comunidades indígenas, en dimensiones del género, la lengua, la raza y el color de piel, en los ámbitos de la educación, el campo laboral, riquezas materiales, acceso a bienes y servicios, a la salud y vivienda, todo esto es un resultado de decisiones de políticas públicas, las que pueden ser revertidas con las políticas adecuadas.

La desigualdad de oportunidades de hoy, todavía se alimenta de la discriminación y el racismo del pasado.

Una investigación realizada recientemente en México mostró que existe una gran asociación entre la posición social de origen en cada dimensión, esto revela que estamos en una sociedad con alta desigualdad, tanto distributiva como de oportunidades. Algo que también afecta sin pertenecer a alguna comunidad de estas, son las características étnico-raciales, las cuales son los rasgos físicos socialmente vinculados con grupos indígenas, que son discriminados.

De acuerdo con el documento, un enfoque importante es el de interseccionalidad, el cual surgió del feminismo negro crítico, donde las desigualdades se estructuran a partir de la interrelación de múltiples niveles de injusticia social, pues se entretejen la discriminación étnica y racial, el sexismo y la opresión de clase. Un ejemplo puede ser cómo el tono de piel presenta una diferencia al momento de conseguir un trabajo, siendo que quienes tienen rasgos físicos indígenas tienden a tener menos aceptación por las empresas.

A partir de los datos del Índice de Orígenes Sociales (IOS), el cual es un indicador multidimensional sobre la posición socioeconómica de la familia de procreación étnica-racial, se encontró que solo el 9.5% cuenta con refrigerador, 14.7% agua entubada dentro de la vivienda y 2.5% tienen lavadora. La disponibilidad de bienes como automóvil, otra vivienda, recursos financieros como cuentas bancarias era prácticamente nula. Y en promedio dormían 5 personas por cuarto.

Para los hablantes de lenguas indígenas, los niveles de escolaridad indican que el 43.2% no terminaron la primaria, de las cuales el 18.8% son de madres y padres hablantes y el 11.5% de no hablantes. Esto quiere decir que sólo el 6.2% de personas hablantes alcanzaron estudios superiores, así como el 23.1% de no hablantes. Al contrario de los grupos de personas mestizas y blancas, quienes el 25.5% logran estudios superiores.

Las personas indígenas tienen un riesgo de no terminar la primaria de un 88% mayor, y las personas negras o mulatas 174% mayor, para las cuales inclusive puede llegar a aumentar a un 187% mayor que el de las personas blancas o mestizas.

Las mujeres en el campo laboral tienen mucha desventaja aún siendo hablantes o no, ya que alcanzar un mayor puesto siendo hablante solo lo logran el 68% y el tener un trabajo más bajo es del 110% para hablantes. El ser hablante de una lengua indígena o el color de piel afecta más a las mujeres, generándoles mayores desventajas en trabajos.

Paremos la discriminación por razas

Después de tanto tiempo, sigue ocurriendo la discriminación a personas de grupos originarios, por su lengua, color de piel o rasgos físicos, lo cual debe parar, pues esto no le quita valor como persona.

También a estos grupos étnicos se les debe dar la oportunidad de que puedan estudiar y prepararse, además de no sólo darles puestos de trabajo con salarios bajos, ellos pueden ganar mejor por su esfuerzo. Esto puede parar poco a poco, comenzando en nuestra persona y en no discriminar.

Share Post
Written by
No comments

LEAVE A COMMENT