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Doctor Luis Varela investiga uso de planta chihuahuense contra cáncer de ovario

Estudiar una planta es complejo, pero se hace necesario para aprovechar sus propiedades medicinales y así lograr el tratamiento de enfermedades que afectan a nuestra población, señaló el doctor chihuahuense Luis Varela Rodríguez, quien tiene dos investigaciones sobre plantas medicinales.

Doctor en Ciencias, adscrito a la Facultad de Enfermería y Nutriología de la Universidad Autónoma de Chihuahua, tiene dos investigaciones que giran en torno del uso de plantas medicinales para diferentes afecciones.

“En Chihuahua tenemos una gran diversidad de plantas desérticas, las cuales son muy poco estudiadas, están olvidadas”. –Doctor Luis Varela.

Una de las enfermedades a tratar es la amibiasis, que afecta a países en vías de desarrollo como México. Es una parasitosis provocada por la amiba parástica y que tiene varias presentaciones. Explicó que una de ellas son las amibas que siempre están presentes en un huésped y se llaman “de vida libre”, se encuentran en agua contaminada y son fulminantes, pues en cuanto una persona la contrae se va al cerebro, donde hay inflamación y muerte luego de 24 horas.

La amibiasis que el doctor Luis Varela está investigando son por las amibas Entamoeba histolytica, la cual puede afectar el aparato digestivo, hígado y cerebro. Están presentes en alimentos contaminados con popó y que provocan dolor estomacal; puede evolucionar en enfermedades como un absceso hepático más grave o en colitis disentérica.

Para combatir esta enfermedad, el grupo de investigación del doctor Varela tiene dos plantas bajo la lupa: Salvia polystachya y Cuphea pinetorum. De la primera se aisló la linearolactona y de la segunda el kaempferol.

En el caso de la Salvia polystachya, conocida comúnmente como chía de campo, es una planta nativa mexicana y que puede encontrarse hasta Panamá, es típico verlas en las orillas de los caminos o de cultivos grandes.

Y la Cuphea pinetorum es una planta caduca y perenne, originaria de las regiones calurosas o tropicales del continente americano, la cual era utilizada por el pueblo maya para tratar malestares gastrointestinales, lo cual relacionaron con con posibles efectos medicinales para el tratamiento de las parasitosis.

Mientras que la segunda investigación se centra en el efecto terapéutico del ácido gálico y la miricetina, ambos compuestos naturales, contra el cáncer de ovario. El ácido gálico, señaló el doctor Luis Varela, está en varias plantas, pero hay algunos géneros que lo tienen en concentraciones más elevadas, como la Rhus trilobata, el cual es un arbusto que se puede encontrar en el estado de Chihuahua, y que también es conocido como zumaque, aciditos o agritos.

De esta planta se empezaron a estudiar sus propiedades contra el cáncer porque personas de la Sierra Tarahumara la usan para tratar dolencias gastrointestinales, cáncer de colon y algunas leucemias, por lo que el doctor y su equipo de investigación decidieron estudiar cuáles eran sus principios activos y a través de ensayos en cultivo celular y animales de laboratorio, donde, donde  vieron que disminuía la viabilidad celular de las células cancerosas.

En estas investigaciones ha recorrido un largo camino de alrededor de ocho años, y aún faltan etapas y permisos, sin embargo, tienen la esperanza de que algún día los compuestos de estas plantas medicinales puedan ayudar en el tratamiento de estas enfermedades.

En México los pueblos nativos usaban las plantas medicinales para el tratamiento de las enfermedades, mencionó, pero cuando llegó la población europea impusieron la medicina alópata, no obstante, es importante retomar la primera como parte de nuestra riqueza cultural.

El mayor problema que ve el doctor Varela es que las plantas medicinales son muy poco validadas por el método científico, y hasta ahora sólo se conoce el efecto terapéutico del 5% de todas las plantas de nuestro país, a pesar de que el 50% de los medicamentos que se venden en las farmacias provienen de un producto natural.

Existen países donde el mayor peso lo tiene la medicina tradicional, como China e India. En el caso de México, a pesar de no ser tan respaldada, de alguna manera se encuentra siempre presente en nuestras vidas.

Aun así, hace falta que en nuestro país haya una reglamentación adecuada que regularice el uso de los productos naturales, para que la gente tenga más confianza en su uso y dejen de irse sólo por la tradición.

No obstante, a pesar de que es importante reivindicar el uso de las plantas medicinales en México, también señaló que es necesario saber que “natural” no es sinónimo de “inocuo”, por eso es primordial la investigación científica. Por ejemplo, no es recomendable que mezcles la medicina alópata con la natural, es decir, el tratamiento que te dé tu médico con el uso de plantas medicinales, porque podría favorecer un efecto tóxico en tu cuerpo o inactivar uno de los componentes del medicamento. Por lo que lo ideal sería buscar la manera de usar el conocimiento de la medicina tradicional, sin dejar de lado la alópata, hasta encontrar una dosis segura de ambas y una manera adecuada de usarla.

¿Qué planta medicinal usas tú?

Las plantas medicinales están presentes en nuestra vida, ¿quién no ha tomado un tecito de gordolobo para la tos? Por lo que su investigación y uso debería ser obligatorio para la ciencia mexicana, ¿qué opinas?

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