La Picea chihuahuana es una conífera de la familia de las Pináceas, endémica de Chihuahua y Durango, que se distribuye en condiciones muy específicas de bosques con más de 100 años de antigüedad. Es una especie de lento crecimiento y actualmente se encuentra en peligro de extinción, es por ello que el Proyecto Tarahumara Sustentable ha apoyado en su recuperación, facilitando la colaboración con el Centro Nacional de Recursos Genéticos para la investigación, conservación de semilla y reproducción in vitro de la especie.
En entrevista con Rigoberto Vargas, Coordinador Técnico de Silvicultores Unidos de Balleza A.C. y quien trabajó la consultoría con el Proyecto sobre la recuperación del Picea chihuahuana en la región de Balleza, enfatizó la iniciativa del Proyecto Tarahumara Sustentable en la divulgación de la importancia de esta especie, para promover acciones que promuevan su conservación.
El proyecto de recuperación de Picea chihuahuana o comúnmente conocido como Pinabete espinoso, es una iniciativa para garantizar la supervivencia de la especie.
Los trabajos iniciaron en 2017, con una segunda etapa en 2018, propiciando una colaboración con el Centro Nacional de Recursos Naturales Genéticos, lo cual fue una acción estratégica para los resultados que incluyen un 80% de sobrevivencia, ya que la planta requiere de condiciones especiales de reproducción y conservación, como ubicarse en sitios entre los 2150 y 2990 msnm, en lugares húmedos con un rango de precipitación entre 600 y 1300 mm, y con una temperatura media anual de 10 grados centígrados.
La consultoría realizó acciones de protección mediante reforestación, brechas cortafuego, cercado con alambre, obras de conservación de suelo y agua, colecta de conos e incineración de estos, así como la instalación de cartelones alusivos al proyecto, para informar a quienes habitan las áreas sobre la importancia de la especie. Un reto importante para el Picea chihuahuana, son los problemas fitosanitarios, presentándose mayor probabilidad de ocurrencia de plagas y enfermedades en periodos prolongados de sequía.
Los objetivos de este proyecto implican conocer la viabilidad genética de la especie, lo cual se logró al proporcionar al Centro Nacional de Recursos Genéticos una reserva de mil ejemplares para obtener material vegetativo, de esta forma se permite asegurar la supervivencia en caso de que sus poblaciones disminuyan en número de individuos. En este mismo sentido, se realizaron actividades de colecta en cuatro zonas del municipio de Balleza: en tres parajes naturales y en uno más, producto de una reforestación; ahí, cada uno de los árboles fueron identificados y marcados a través de láminas para así reconocer los ejemplares de donde se colectaron los tejidos.
Para explicar en qué consistía el proyecto y con la finalidad de informar a las y los dueños y poseedores de los recursos forestales, se realizaron acuerdos en asamblea con el ejido El Caldillo y su anexo El Vergel, atendiendo a la convocatoria aproximadamente 30 personas de un total de 240 ejidatarios, los cuales recibieron información del seguimiento de las labores con el Picea chihuahuana. En el caso de la comunidad Río Verde, participaron 10 personas y en el ejido Guajolotes fueron alrededor de 5, siguiendo el procedimiento antes mencionado.
Como parte de este proyecto se invitó a participar a otros ejidos y comunidades que aún cuentan con rodales naturales de la especie como el ejido El Ranchito, en el municipio de Bocoyna, y el ejido Aguichique, en Guachochi, para estos casos, intervinieron dueños de predios y profesionales de las Unidades de Manejo Forestal, así como estudiantes de la Universidad Tecnológica de la Tarahumara, quienes realizaron sus prácticas profesionales.
La participación de quienes viven en estos lugares es primordial, aclaró Vargas, ya que al conocer la importancia de la especie se ha generado conciencia y ha fortalecido la apropiación de sus recursos, pues son estas personas quienes deben estar al pendiente de mantener las áreas en buenas condiciones. Es tal el compromiso que han decidido que uno de los rodales de Picea sea promovido como Área Destinada Voluntariamente a la Conservación, ante la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Ahora el siguiente paso es seguir reforestando, conscientizando y gestionando proyectos, para continuar con la recuperación de la especie.
Picea chihuahuana y otros temas en PTS
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