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Rascón Banda llevó por el mundo a Chihuahua, su imaginario y su cultura: Rocío Galicia

Normalista, abogado, dramaturgo conformaban parte del ser de Víctor Hugo Rascón Banda, pero también un hombre generoso, con un buen sentido del humor, orgulloso de su familia y sus raíces. El ser humano con todos sus detalles es como lo recuerda Rocío Galicia, a quién él llamaba como su biógrafa personal.

La investigadora de teatro y profesora de metodología en doctorados de Arte e Investigación Teatral, Rocío Galicia, compartió con Víctor Hugo Rascón Banda los últimos cinco años de su vida, y aún así la estrechez de los vínculos con él y su familia perdura aún después de su muerte.

“Víctor Hugo Rascón Banda fue una personalidad muy destacada, mítica, porque en él se funcionaban no sólo su trabajo como dramaturgo, sino la leyenda de este ser que además trabajaba con banqueros y tenía mucho poder”. –Rocío Galicia.

El primer contacto con el mundo de Rascón Banda, Rocío Galicia lo tuvo durante sus días de estudiante cuando cursaba la carrera de Literatura Dramática en Teatro. Y años después, cuando ya se dedicaba a la investigación, obtuvo como tema de investigación grupal al dramaturgo chihuahuense, mientras trabajaba en una antología de teatro latinoamericano.

Para profundizar más en el tema, buscó la manera de entrevistarlo para conversar acerca de su obra, y fue entonces cuando tuvo la posibilidad de hablar con él. En ese tiempo, Víctor Hugo Rascón Banda era presidente del Sogem.

Lo que más recuerda Rocío Galicia de aquel primer contacto cara a cara con el dramaturgo fue su generosidad, a pesar de que ella era una investigadora muy joven, y sobre todo que él le dijera que tenía que tratarla bien para que ella hablara bien de sus obras.

Rocío conoció primero que nada a Rascón Banda a través de sus obras, las cuales cuentan los aspectos de su vida, su familia, su Uruachi y su Chihuahua, la cultura norteña de la cual estaba muy orgulloso.

Lo fundamental en la obra de Rascón Banda, el centro, es que se ubica precisamente en Chihuahua. Y aunque tiene obras que hablan de otros lugares, como la Ciudad de México, donde toca otras cuestiones, las mejores, platica Rocío Galicia, son las que tienen que ver con el imaginario, la historia y la diversidad del Estado Grande.

“De nuestra cercanía él dijo que me había convertido en su biógrafa, le gustaba mi juventud porque decía que yo le sobreviviría, a pesar de que su biógrafo oficial es Enrique Mijares”. –Rocío Galicia.

Es a través de sus letras que quienes no son chihuahuenses, han logrado conocer y amar la cultura ralámli y Uruachi, lugar que fue puesto en el mapa debido a que se enorgullecía de su pueblo.

Aseveró que quienes leen la obra de Rascón Banda, se sienten arrobados por la belleza, por cómo transmitía a sus personas, pues en el fondo de todas ellas existe un amor y un vínculo muy fuertes. Y todas estas obras han ayudado a comprender un México profundo en belleza, en diversidad, olores y personajes que no tenían relato en el imaginario del país.

Y es algo que se le debe a Víctor Hugo, señaló Rocío Galicia, no sólo como chihuahuenses, sino como mexicanas, haber tenido la posibilidad de tener voz a través de sus obras, que son premonitorias de realidades e inclusive hoy las estamos viendo a toda su potencialidad.

Aunque hay muralistas que logran a través de formas y colores las cosas que no captamos, Víctor Hugo lo hacía igual, pero a través de la palabra escrita. Muestra el imaginario chihuahuense a México y trasciende más allá de las mismas fronteras. Sus obras siguen vivas, pertinentes para muchos grupos de teatro y aseveró que es una labor de quienes se dedican a la investigación a difundirlas, por su importancia.

Además, no sólo en sus obras tenía en cuenta a su gente, también en lo cotidiano. Rocío Galicia recuerda que mientras él vivía, no dudaba en apoyar a quien fuera chihuahuense. Era común que extendiera su mano a sus coetáneos. Y la gratitud a esa generosidad pudo verse expuesta sobre todo el día de su funeral.

Recuerda que, durante el velorio, entre eminencias de las letras y el teatro, gente de la política, secretarios de estado y figuras de la cultura mexicana, destacaba un hombre que a llanto abierto no se despegaba del ataúd. Era un bolero, quien decía entre sollozos que se le había ido la única persona que lo escuchaba. Siempre fue un gran conversador, añadió.

“Para mí, Rascón Banda fue alguien que con su generosidad y su mirada sabía recuperar la belleza. Logró plasmar una imagen muy profunda y bella del estado, hay que recuperarlo”. –Rocío Galicia.

En lo personal, Rocío Galicia considera que tiene una gran deuda hablar de su obra, por el afecto y el respeto hacia él, que tiene que ver con la familia que conoció y le da la posibilidad, aun ahora, de mantener el contacto, reafirmando una amistad entrañable.

Uno de los deseos de Víctor Hugo era, más que su persona, que su obra trascendiera el tiempo y siguiera llegando más allá de las fronteras, se montaran y recordaran. Y ella está segura de que, aun ahora, sigue siendo importante para la gente. Continúa conmoviendo y siendo una obra potente.

Pero a pesar de eso, para Rocío Galicia también es significativo que se conozca al hombre, a sus vivencias, a su carácter, a sus costumbres. Por eso recuerda que, en alguna ocasión, cuando fueron a una muestra de teatro en Real del Monte, en Hidalgo, un pueblo minero como Uruachi, Rascón Banda le comentó que le recordaba a su tierra, sobre todo un pequeño stand de fotografía donde te prestaban lo necesario para disfrazarte como minero.

Ella le preguntó que por qué no se tomaba una fotografía, de manera casual, como quien le comenta a un amigo. Y él de inmediato se quitó el saco para tomarse la fotografía. “Le gustaba disfrazarse”, recordó, otro motivo para amar el teatro.

Al final de su tiempo, con una enfermedad tan difícil como lo es la leucemia, Víctor Hugo sólo podía ser visto como la persona que amaba la vida y deseaba con todo seguir viviendo, a pesar del dolor y el sufrimiento.

“Llevar un trabajo de biografía es una tarea muy complicada y específica. Yo la trabajo, pero a través de sus obras, que es la parte que a mí me parece relevante”. –Rocío Galicia.

Trabajó hasta el último momento rodeado de una gran red de apoyo, como su secretaria Amparito o su ama de llaves Pastora, quienes procuraban que tuviera todo a la mano para cuando lo necesitara. Y aún así, menciona, al final perdió “El muchacho azul” una de sus últimas obras. No fue hasta después de su muerte que lograron encontrarla.

Y lo que nos deja en su ausencia es que Víctor Hugo Rascón Banda es Chihuahua, menciona Rocío Galicia, representó y representa a su tierra, siempre fue su inspiración. Aunado al amor que le tuvo a su familia, a sus padres, a sus sobrinos y sobrinas.

La gente de Chihuahua debe conocerlo y reconocerlo porque al leer sus obras será inevitable verse retratada ella. A través de sus diversos personajes e historias se toparán con momentos intensos de reflexión, de humor y solidaridad humana. Una vez que se conoce su obra no la podrán abandonar, como ha pasado tantas veces ya, admitió.

Jornadas Rasconbandianas, una oportunidad para conocerlo: Rocío Galicia

Ahora las Jornadas Rasconbandianas llegarán a cada lugar donde alguna vez se leyeron los textos del dramaturgo. En 2020 el programa virtual será acompañado por la Compañía Nacional de Teatro. Más información en esta página: http://www.rasconbanda.art/vida/.

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