La preocupación por el cambio climático crea el turismo sustentable, ¿lo conoces?

¿Te gusta viajar?, ¿qué tomas en cuenta cuando vacacionas? Las maneras de hacer turismo, no importa de qué tipo, están cambiando cada vez más, adaptándose a las nuevas maneras de pensar y de actuar de las personas, así como considerando el cuidado del medio ambiente, creando una base llamada turismo sustentable.

Pero, ¿qué es el turismo sustentable? De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), es aquel que toma en cuenta las repercusiones actuales y futuras de la economía, la sociedad y el medio ambiente, para satisfacer las necesidades de las y los visitantes, así como de la industria, el entorno y de las comunidades anfitrionas. Es decir, es un turismo con consciencia, que igual busca proteger la flora y fauna del lugar al que visitas, así como no ignorar las necesidades económicas de una región.

“Sin sustentabilidad no hay futuro, y sin futuro no hay turismo, así de simple”. –Vicente Ferreyra.

Vicente Ferreyra Acosta, director de Sustentur, durante el evento de Conexión Turística Binacional, mencionó que tanto en el ambiente turístico, como en el económico, político y social, se están dando tres tipos de revoluciones, de acuerdo con Moisés Naím: la del más, la de movilidad y la de mentalidad.

La del más tiene que ver con el aumento en la población, de información, de oportunidades, así como de la degradación de nuestros recursos y de la preocupación por el futuro de nuestro planeta o de las situaciones sociales que se viven.

Movilidad es el movimiento de las personas que se da entre lugares urbanos y rurales, los cambios en patrones, las migraciones, turismo, la facilidad de encontrar datos y el acceso a internet. Y por último está la mentalidad, donde se ve un cambio de consciencia, una desconfianza hacia las instituciones y gobiernos, una generación de expectativas y cambios en el status quo.

Todos estos puntos, explicó Ferreyra, son importantes a la hora de intentar tomar un tipo de turismo sustentable, el cual debe poner todas las cartas sobre la mesa y saber que, por ejemplo, en 2019 se realizaron mil 500 millones de viajes internacionales, que el turismo representa el 10% del PIB mundial, el cual además genera 35 millones de toneladas de residuos y el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

Aunado a esto, hay movimientos nuevos que toman fuerza, como el “flygskam”, el cual se refiere a las personas que ya no viajan en avión para no contribuir con el cambio climático; o las que son nómadas digitales, es decir, aquellas que viven en un estado constante de movimiento, cubriendo el área de turismo y reflejándola en redes sociales, convirtiéndose en portavoces de sus experiencias turísticas.

Ante el cambio de consciencia y la preocupación por la conservación de nuestros recursos, así como la búsqueda de vivencias más apegadas a la naturaleza y a la vida regional, tener un turismo sustentable no sólo ayuda a mantener una región, dijo, sino que además genera beneficios, para lo cual se debe tener en cuenta no rebasar la capacidad de gestión.

¿Cuántas veces hemos pensado dos veces si salir o no de vacaciones en temporada alta, por la cantidad de personas que nos toparemos? Es con esta pregunta que Vicente Ferreyra, expuso las 5 D’s del turismo sustentable: desestacionanlizar, descongestionar, descentralizar, diversificar y “deluxirizar”. En pocas palabras, invitar a las personas a que viajemos todo el año, a diferentes y muy diversos destinos, donde podamos tener una experiencia más personal y única.

Turismo sustentable, un cambio de consciencia

El turismo sustentable va muy ligado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales tienen diversos fines, como erradicar la pobreza, poner fin al hambre, garantizar una vida saludable, educación, equidad, fomentar el crecimiento económico, tomar medidas en contra del cambio climático, entre otras.

Para visualizar un poco el último punto, Sustentur incluyó una herramienta en su sitio web donde podemos calcular nuestra huella de carbono, de acuerdo con la distancia que recorramos al viajar. Por ejemplo, en mi caso, en un viaje redondo hacia la Ciudad de México, para compensar la huella de carbono tendría que plantar 16 árboles. ¿Te gustaría conocer tu huella de carbono? Entra aquí.