El periodo de escasas lluvias por el que estamos atravesando se trata de una megasequía, la cual empezó por el año 2000 y podría durar otros 20 años, empeorando por el cambio climático, señaló el astrofísico Emilio Enríquez, miembro de Extinction Rebellion.
Un grupo de hombres y mujeres científicas hicieron una investigación de los anillos en los troncos de los árboles, en zonas que abarcaron el sur de Estados Unidos y el norte de México, incluyendo Chihuahua, y encontraron que estos indicaban los periodos en que hubo sequías y cuánto duraron éstas.
“Yo diría que esta sequía ya no se va a ir, tal vez disminuya, pero seguirá, debido a la saturación de gases de efecto invernadero en la atmósfera”. –Emilio Enríquez.
Entre los hallazgos notaron que hasta el momento, en un periodo de mil 200 años, han ocurrido cinco megasequías, dos de las cuales han sido severas y una de ellas es por la que estamos atravesando en la actualidad.
En la investigación llamada “Gran contribución del calentamiento antropogénico a una megasequía emergente en América del Norte”, publicada en la revista Science, indica que estas megasequías se caracterizan por prevalecer durante un largo periodo, de al menos 30 años hasta el momento, explicó Emilio Enríquez.
La primera megasequía más severa se vivió entre los años 1570 y 1600, mientras que la segunda, por la cual estamos pasando actualmente, empezó a finales del año 2000, y se espera que continúe por alrededor de 20 años más, aunque no hay mediciones concretas al respecto.
Esta megasequía existe debido a dos factores: por las fluctuaciones generales del clima, ya que éste no es constante, mencionó el astrofísico, y es un elemento que siempre ha existido; y el otro es el cambio climático y el calentamiento global que sólo va en aumento.
El cambio climático sí es algo que se puede remediar, aseveró, sin embargo, de seguir nuestro camino como lo llevamos hasta el momento sólo hará que la megasequía se mantenga y aumente a tal punto que lugares como Chihuahua deban ser abandonados por falta de agua.
El trabajo de las autoridades de Gobierno junto con las acciones sociales ayudaría a reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, las cuales hacen que el calentamiento global aumente, pero son soluciones que, aunque necesarias, no nos dejarán ver un cambio sino hasta dentro de algunos años.
Los efectos de esta sequía se están viendo, aseveró Emilio, como con los incendios forestales de California, o inclusive en nuestra misma ciudad de Chihuahua, que en las casas apenas tenemos agua dos horas al día (y algunas colonias carecen de ella en su totalidad).
Mencionó que las sequías trabajan de manera silenciosa, lo cual las hace más peligrosas y difíciles de detener, y en ocasiones esto también ocasiona que el Gobierno ni la gente le presenten la suficiente atención hasta que se sienten los efectos, como ahora.
Sin soluciones para la megasequía
Las soluciones son urgentes y aunque tomarán tiempo, Emilio Enríquez aseguró que no se debe quitar el dedo del renglón. Situaciones como la sobreexplotación de mantos para campos nogaleros son sólo uno de los problemas y representan situaciones que sólo benefician a unos, dejando el mayor sufrimiento a las personas más vulnerables.
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