Es posible restaurar la vida marina en los océanos, de acuerdo con una investigación de Carlos Duarte y Susana Agusti, quienes han creado una red para trabajar con más investigadores e investigadoras, recabado información sobre los cambios que se han tenido en la vida acuática debido a ciertas restricciones.
La Revista Nature publicó un estudio llamado “Reconstruyendo la vida marina”, en el cual Susana Agusti y Carlos Duarte plantean que con estrategias globales y firmes se pueden lograr grandes cambios en el ecosistema acuático y la recuperación de este hábitat.
“La reconstrucción de la vida marina representa un gran desafío factible para la humanidad, una obligación ética y un objetivo económico inteligente para lograr un futuro sostenible”. –Susana Agusti.
Trabajando con investigadoras e investigadores marinos de cuatro continentes, diez países y 16 diferentes universidades, se han percatado de los grandes avances que se han logrado con los planes para el cuidado del medio ambiente, y aseguran que la recuperación sustancial de la mayoría de los componentes de los ecosistemas marinos podría darse en dos o tres décadas.
Hay vestigios, por ejemplo, indica el artículo, a partir de la prohibición de caza, del aumento de las ballenas jorobadas en 1968, las cuales migran de la Antártida al este de Australia, y cuyo número se pasó de pocos cientos de ejemplares a más de 40 mil en los últimos años.
Pasó lo mismo con los elefantes marinos del norte, los cuales dejaron de ser sólo 20 en 1880 a 200 mil en la actualidad; así como el aumento de la población de la foca gris en 410% en el este de Canadá y del 823% en el Mar Báltico desde 1977.
La destrucción de los prados y manglares se ha desacelerado debido a que cada vez es más recurrente la pesca sostenible, y ya hay poblaciones estables de estos hábitats en el Pacífico de Colombia, Costa Rica y Panamá, además de un aumento en el Golfo Arábico, China y Mar Rojo.
Los derrames de petróleo también han disminuido debido a las regulaciones de seguridad, y pasaron de haber 24.7 eventos por año en 1970, a 1.7 eventos por año de 2010 a 2019.
Asimismo, los contaminantes peligrosos han sido regulados o eliminados de manera gradual a través del Convenio de Estocolmo y el Convenio de Marpol.
Sin embargo, a pesar de los avances que se han registrado, hay sectores en donde aún hay problemas, como la contaminación por plásticos, la cual se registra de entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas métricas al año. Y es debido a esto que se han visto disminuciones en los ecosistemas y hábitats acuáticos, así como por el cambio climático.
Los océanos y todo lo que hay en ellos representan el 2.5% del producto interno bruto (PIB) del mundo y da trabajo al 1.5% de la fuerza laboral global, de acuerdo con el y la bióloga. Es por esto que urgen medidas concisas y fuertes para mitigar el cambio climático mediante la reducción de emisores de gases de efecto invernadero, los cuales ayudarán a la recuperación sustancial de los corales tropicales, que representan una gran barrera de protección.
Este compromiso debe estar acompañado de recursos financieros, los cuales darían eco en los beneficios ecológicos, económicos y sociales de los países, aseveraron.
Biología en pro de la vida marina
Susana Agusti Requena es una bióloga oceanógrafa española, cuya investigación se centra en el plancton fotosintético y el balance metabólico de los océanos.
Mientras que Carlos Duarte es un biólogo de Portugal, titular de la cátedra Tarek Ahmed Juffali de Ecología del Mar Rojo, en la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah en Arabia Saudita.
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