Después de 16 años en pausa, por no encontrar ninguna razón para activar la pena de muerte a nivel federal en Estados Unidos, el fiscal general William Barr anunció este jueves 25 de julio de 2019, en ABC News, que el Gobierno retomará este castigo, por lo que cinco condenados serán los primeros en fila en el “corredor de la muerte”.
Las citas programadas con la inyección letal para estos cinco reclusos, quienes fueron sentenciados a la pena de muerte, fueron previstas dos a finales de este año y tres en enero de 2020. El tipo de delitos que son contemplados para este tipo de sentencia son, por ejemplo, tortura, robo, secuestro y violación a niños, niñas, jóvenes y gente anciana.
Según presos del estado de Tennessee, que fueron sentenciados a la pena de muerte, prefieren la silla eléctrica a la inyección letal, debido a que no se ha podido evitar el sufrimiento durante este último proceso.
La pena de muerte a nivel federal es legal en 29 estados de EUA aunque haya estado inactiva. Sin embargo, Amnistía Internacional sostiene que ésta constituye una violación de derechos humanos, sobre todo del derecho a la vida y a no sufrir tortura ni tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes.
Según menciona el fiscal general Barr, quien ha pedido a su director en funciones, Hugh Hurwitz, la programación de las ejecuciones de cinco presos que fueron condenados a muerte por un jurado tras un proceso completo y justo, lo que desea es dar cumplimiento conforme a la ley, pues menciona que el Departamento de Justicia respalda el estado de derecho, además considera que les debe algo a las víctimas y sus familiares.
Asimismo, informó que la condena de Daniel Lewis Lee, Lezmond Mitchell, Wesley Ira Purkey, Alfred Bourgeois y Dustin Lee Honken será realizada con un nuevo y único medicamento llamado pentobarbital, el cual reduce la actividad de su cerebro y sistema nervioso, provocando la muerte. Anteriormente, para el cumplimiento de la pena se usaba un cóctel de tres medicamentos, pero antes que eso se hacía uso de métodos como la decapitación, la electrocución, el ahorcamiento o las armas de fuego.
Se desconoce por qué Trump reestableció pena de muerte y cuál fue el motivo de la elección de los convictos
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, en el corredor federal de la muerte, desde 1988 hasta 2018, fueron sentenciados 78 presos, sin embargo, solamente tres fueron ejecutados. Y en la actualidad hay 62 reclusos, de los cuales el 43.6% son de raza blanca, mientras que el 41.9% son de raza negra, 11.3% son latinos y 1.6 % son nativos americanos y asiáticos, respectivamente.
Entre los estados con mayor población en celdas del corredor de la muerte está Texas con 13, Missouri con 8 y Virginia 7, mientras que Georgina y el Norte y Sur de Carolina tienen 3 cada uno, en Arkansas, California, Florida, Louisiana, Maryland, Massachusetts, Oklahoma tienen 2 presos respectivamente y en Arizona, Connecticut, Idaho, Indiana, lowa, Illinois, Michigan, Norte de Dakota, Ohio, Pennsylvania, Tennessee sólo tienen uno en cada prisión con una sentencia dirigida a la muerte inducida según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, no obstante, únicamente dos mujeres han sido condenadas a muerte y una de ellas participó en los crímenes de Hoken, uno de los delitos que activarán la pena de muerte aceptada por Donald Trump, según BBC News
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