En el Congreso del Estado de Chihuahua, turnaron a la Comisión de Igualdad la iniciativa con carácter de decreto, presentada por la diputada Marisela Sáenz Moriel, del Partido Revolucionario Institucional, para reformar diversas disposiciones de la Ley Estatal del Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, sobre la prevención de violencias de género, atención a víctimas y reeducación de quienes ejercen estas violencias.
Los artículos a reformarse son el 25 (fracción Xi y XII), 27 (fracciones XII y XIII), 30 (fracciones XIII y XIV) y 47, además del título del capítulo sexto, artículos 36 y 39 fracción VI, así como título del capítulo VIII de la Ley Estatal del Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
“Es necesario que, con ayuda y solidaridad del Gobierno, los hombres tomen conciencia de que sus actos agresivos son erróneos y para eso necesitan ayuda”. –Diputada Marisela Sáenz Moriel.
En el documento se explica que replantearse el título, la forma y la manera en que actualmente se trabaja en el centro de rehabilitación para agresores no es algo que deba ignorarse, sino todo lo contrario, dotarse de mejores herramientas e instrumentos jurídicos para establecer condiciones efectivas como lo es reeducar.
Al reeducar a los hombres que generan violencia, se reeduca la violencia machista, la que se ejerce sobre las mujeres por el echo de serlo, pues a pesar de las constantes innovaciones legislativas, la erradicación de la violencia sexual sigue siendo un desafío, asegura la diputada.
Expresa que es necesario replantear la reeducación de los agresores, por encima de la mediación de la víctima y su victimario, pues esto último suele alejar a las mujeres de los tribunales para buscar justicia. Ante esto, hace énfasis en que es necesario cambiar el título de “rehabilitación” por “reeducación”; aunado a que considera que no se le da verdadero seguimiento al Centro de Rehabilitación de Agresores.
Con el cambio se abrirían posibilidades para cambiar el plan de trabajo del centro, y de este modo brindarles a los hombres violentos, por orden judicial, asistencia médica o sicológica, mediante organismos públicos, descentralizados y organizaciones de la sociedad civil.
Asimismo, la reeducación de los agresores permitirá que la violencia en la pareja termine en un delito, pues hay una gran diferencia entre ejercer la violencia y sufrirla, por lo que lo principal debería ser brindar apoyo y una solución ante esta situación. Y la rehabilitación sólo hace que tanto los hombres como las mujeres queden en roles estereotipados y rígidos de género.
La reeducación, como se establece en esta reforma, es con la finalidad además de la reinserción social del agresor, regresar a su entorno con una nueva conducta y mentalidad. Para ello propone estandarizar los procesos de prevención de la violencia en contra de las mujeres, atención a víctimas y reeducación de quienes ejercen violencia para sostener la base de la sociedad, sanar al agresor y ayudarlo.
Reeducación y rehabilitación, conceptos diferentes
Hay una enorme diferencia entre los conceptos de rehabilitación y reeducación. Por un lado la rehabilitación se refiere a un proceso que se lleva a cabo para que la persona o la cosa regrese a si antiguo estado, habilitándolo de nuevo.
Mientras que la reeducación es volver a educar o enseñar algo. Es decir, empezar de cero en una conducta, función, actividad, etcétera.
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