A pesar de la lucha conservadora por desprestigiar el nombre de Leona Vicario por ser mujer, es difícil no notar su participación y grandes aportes al movimiento independentista.
La impunidad ha perseguido a Lydia desde el año 2005, cuando fue secuestrada y torturada después de publicar un libro donde expone a grandes políticos y empresarios de estar detrás de una red de pornografía y prostitución infantil.