¿Qué pasa cuando ya tienes una pasión en la vida y de pronto te topas con una segunda? Haces lo que Zeidy Esparza y abrazas las dos. Es así como esta talentosa bailarina se convirtió en tatuadora aprendiz.
Con aspiraciones de llegar a dedicar su vida a una carrera profesional enfocada en el dibujo, Zeidy Esparza se topó con la danza, la cual terminó por enamorarla y la hizo profesionalizarse en ella como carrera universitaria, convirtiéndose unos años después en una licenciada en Danza Contemporánea llena de sueños y aspiraciones, a pesar de que al principio del camino su mamá se mostraba un tanto preocupada por su futuro.
“Me daba pánico pensar en tatuar, porque no es lo mismo que hacerlo en una hoja de papel. Es la confianza de la otra persona, es un honor”. –Zeidy Esparza, tatuadora.
Durante los siguientes años se dedicó a honrar la carrera que había decidido estudiar y empezó a dar clases. Vivía su sueño, con altas y con bajas, pero siempre en pie de lucha y con mucho ritmo, hasta que por situaciones del destino empezó a trabajar en un estudio de tatuajes como recepcionista.
Zeidy no había olvidado su estrecha relación con la tinta, no dejaba de dibujar, aunque fuera más que nada un pasatiempo; y en el tema de los tatuajes, ella los disfrutaba en su propio cuerpo desde hacía ocho años aproximadamente. De hecho, recuerda que cuando decidió hacerse el primero, muchas personas no entendían cómo, siendo bailarina, se sometería a un cambio como ese. Pero Zeidy sentía que eran parte de ella y no los dejaría de lado.
En aquel estudio de tatuajes le dieron su primera oportunidad de empezar como aprendiz de tatuadora, y cuando llegó el momento de pintar la primera raya fue un enorme reto, abrir la piel de alguien, ver la sangre, el nerviosismo se apoderó de ella al punto de no saber si se desmayaría o no, pero le llegó el clic, ese que suena cuando has llegado a una de tus grandes metas en la vida.
Una de las grandes sorpresas que se llevó al decidir empezar por el tatuaje fue el apoyo de su familia, pues nunca dejaron de demostrárselo, e inclusive su papá no duda en externarle la felicidad que le da verla dedicarse con todo su empeño a lo que le gusta.
Al preguntarle sobre si ha sido difícil entrar al mundo de la tinta en la piel siendo mujer, dijo que no. A pesar de ser un campo que estaba muy centralizado en el hombre, ella no se dio cuenta de eso hasta que empezó a analizar que los grandes tatuadores de Chihuahua son todos hombres. Sin embargo, como mujer el camino ha sido como para cualquier otra persona que desea dedicarse a algo nuevo, y lo importante es que en la actualidad cada vez más mujeres han decidido darse la oportunidad de entrar como tatuadoras, porque hay talento y espacio.
En su caso, ya van dos años que empezó a aprender a tatuar y su sueño, a sus 32 de edad, es convertirse, en unos tres años, en tatuadora profesional, porque el camino para lograrlo es de 5 años. Y definir bien sus estilos, que son el neoclásico y la acuarela.
Desde hace seis meses que tatúa en Prana Tattoo Studio, donde dice estar agradecida con Víctor y Chicho, con quienes ha aprendido muchísimo, pues ellos le han enseñado a ser más profesional y disciplinada, a ver el tatuaje con respeto, así como a abrirse a nuevas técnicas.
Y en cuanto a la danza, ella sigue siendo una bailarina profesional, pues en su vida tener un equilibrio entre sus dos pasiones es muy importante. ¿Por qué sólo hacer una cosa que te gusta cuando hay vida para mucho más que eso? Por lo que a quienes desean empezar a tatuar, aconsejó quitarse todas las etiquetas sobre hacer lo que la sociedad quiere que hagas, pues si crees en ti y te sientes capaz de hacer lo que te gusta deberías ir detrás de eso. Sin embargo, para lograrlo, nunca debes olvidar de trabajar todos los días, ser constante y tener la disciplina necesaria.
Zeidy y la danza
Zeidy, como bailarina, se dedica a la danza de vientre estilo tribal en su Kubera Dance House for Free Souls, donde el concepto principal es el movimiento de las mujeres como hermandad, en tribu; es bailar en compañía de otras mujeres y no verlas como competencia.
Si te gustaría ir a bailar con Zeidy, puedes encontrarla en Pascual Orozco, número 909. Pero si lo tuyo es tener sus diseños y su destreza en la piel, entonces puedes buscarla en Prana Tattoo Studio, en avenida Tecnológico 3503, a un lado de El Leñador. También puedes contactarla a su número personal: 614 166 9228, o a su cuenta de Instagram y Facebook: @zeidykillerdancer.
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