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Desearía poder hablar con mis padres de sexualidad: adolescentes de secundaria

La prevención del embarazo en la adolescencia conlleva una educación sexual que ayude a las y los adolescentes a comprender que por su parte también tienen derechos, los cuales les garantizan una vida libre de violencia.

Martha González, Paulina Olvera y Wendy Mejía, del Centro de Atención a la Mujer Trabajadora (CAMT) de Chihuahua, impartieron a niñas, niños y adolescentes de sexto de primaria y nivel secundaria, de los municipios de Juárez, Guachochi, Delicias y Chihuahua, el proyecto “Análisis, propuestas e incidencias sobre embarazo adolescente”, donde analizaron conceptos acerca de los derechos sexuales, educación sexual y prevención del embarazo en la adolescencia, en un curso de 4 horas.

“Por cuestiones de género, las mujeres no están en una situación que les permita plantear la relación sexual”. –Martha González, CAMT.

De acuerdo con Paulina Olvera, este proyecto estuvo enfocado al sexo y al género, con lo cual buscaron la mejor manera de evitar la desigualdad de género, y de esta manera tratar del modo más viable las posibles causas e impacto que tiene el embarazo durante esta etapa de sus vidas. Pues, aunque se traten temas técnicos, como los métodos anticonceptivos y las enfermedades venéreas, también recalcaron la necesidad de tomar en cuenta el proyecto de vida las y los estudiantes, así como el manejo de su autoestima e inquietudes.

Plantear la educación sexual desde una visión de género nos ayuda a abrir un panorama que, por lo general, se encuentra escondido, explicó Martha González. En la mayoría de las ocasiones, las personas no nos percatamos la diferencia tan grande que existe entre los géneros a la hora de hablar de relaciones sexuales, y fue este tema el que develó ciertas respuestas al embarazo adolescente durante una investigación que el CAMT hizo en 2002.

En aquel tiempo, por medio de vivencias de mujeres adultas, la mayoría de ellas madres desde temprana edad, se percataron que la primera relación sexual que tuvieron fue una violación, pues no estaban seguras o no querían hacerlo, sin embargo, a la hora del momento no fueron escuchadas o ellas mismas no se sintieron con el poder de elegir qué querían.

Mencionó que, en cuestiones de género, los hombres y las mujeres estamos educados de manera diferente, y se nota al momento de tener una relación sexual, pues por lo general son ellos quienes se ven más atrevidos y arrojados; en cambio, las mujeres nos mostramos invadidas y poco apreciadas para tomar la decisión que en realidad deseamos.

Asimismo, la costumbre de hacer que las niñas cuiden desde muy pequeñas a hermanitos, hermanitas, primas o primos, las moldea e insensibiliza a la hora de pensar en un embarazo a temprana edad. Es decir, las niñas que viven esto les parece más sencillo criar una o un hijo porque es algo que, en apariencia, ya han vivido.

No obstante, Martha González, dijo que las generaciones actuales sí se ven distintas a las anteriores en el hecho de que hablan de manera más abierta sobre el tema, y saben lo que necesitan y quieren, que en su mayoría es: una educación sexual integral y protección, como condones. Para las y los adolescentes, las relaciones sexuales son una realidad que van a vivir o ya están viviendo, por lo que se centran en lo que es y no en lo que la sociedad cree que debería ser en este tipo de temas.

Por lo que, durante el proyecto, quienes participaron en él, como estudiantes de las secundarias Federal 3 y Técnica 96, en el municipio de Chihuahua, presentaron sus propias propuestas, que a su ver es lo que necesitan en esta etapa de sus vidas. Mencionaron la necesidad de una educación formal e informal pertinente y adecuada sobre salud sexual y reproductiva desde temprana edad. Así como campañas de información y sensibilización, las cuales incluya a padres, madres y docentes, pues según dijeron, son las y los adultos quienes les mantienen en esta burbuja de desinformación, al tratar de apartarles de temas que, en muchas ocasiones, creen no pertinentes para jóvenes de su edad.

También pidieron métodos anticonceptivos en centros de salud y escuelas, los cuales puedan estar disponibles en un ambiente de anonimato, pues para las y los adolescentes, hablar de estos temas con adultos es ser expuestas y expuestos a sus padres y madres, quienes lejos de comprender, harán uso de su autoridad para enterrar este tipo de temas. Por lo que otro punto muy ligado a esto es que requieren de la comprensión de sus tutores, así como de una mejor comunicación y atención de su parte.

Otra de las propuestas fue la necesidad de más pláticas, conferencias, cursos y talleres sobre los temas de salud sexual y reproductiva, haciendo énfasis en la adolescencia, los cuales estén a su disposición en lugares públicos. Así como una mejor prevención, atención y sanciones al abuso sexual en población infantil y adolescente.

Ellas notaron en las y los jóvenes que participaron la inquietud por poder expresar estos temas directamente con las autoridades, para tener un espacio donde su voz sea escuchada, sin el miedo a un ambiente donde se les apague sólo por ser menores de edad. Pues están conscientes de lo que son las relaciones sexuales, pero falta información al respecto, y encontrar fuentes fidedignas en esta época es difícil.

 Hablar de sexualidad es evitar embarazos adolescentes

La diferencia de toma de decisiones durante las relaciones sexuales en la niñez y la adolescencia, producto de la desigualdad de género, la falta de información, desinformación o silencio, puede conllevar a tener un embarazo adolescente, y todo esto es resultado de no enseñarle a la mujer, especialmente a temprana edad, a ser escuchada; lo cual puede ser además indicio de un abuso sexual.

Como padres y madres es importante crear un ambiente de comprensión, comunicación e información, que evite dar estereotipos de género, así como acercarse a lugares donde haya información fidedigna, como los centros de salud.

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