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Congreso disuelto y sin legitimidad nombra primera presidenta de Perú

¿Una desaparición de poderes? Eso pasó en Perú este martes 01 de octubre de 2019, cuando el presidente Martín Vizcarra anunció la disolución del Congreso peruano. Sin embargo, no se quedaron con los brazos cruzados, pues a su vez congresistas suspendieron las labores del presidente y subieron al poder a Mercedes Aráoz.

En la actualidad, el país latinoamericano de Perú está pasando por una de sus peores crisis políticas, pues entre reclamos por “movimientos inconstitucionales” y vítores de “sí se pudo”, el 01 de octubre de 2019, el presidente en curso, Martín Vizcarra, disolvió el Congreso peruano, durante una conferencia, y apoyado por las Fuerzas Armadas y policiales. Sin embargo, en una lucha de poderes, el Congreso suspendió de sus labores a Vizcarra y tomó protesta como nueva presidenta a Mercedes Aráoz. Por lo que ahora el sistema de gobierno peruano está en el completo limbo.

He decidido disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas. Esto es un acto constitucional: Martín Vizcarra, presidente de Perú.

La acción tomada por Martín Vizcarra se debió a las recientes elecciones para el Tribunal Constitucional (TC), de acuerdo con información de medios como BBC, donde se tenían que elegir 6 nuevos miembros. Para esto el Congreso, que está compuesto en su mayoría por el partido fujimorista Fuerza Popular, decidió llamar a una elección exprés y puso 11 de sus candidatos en las urnas. Estos candidatos son simpatizantes del partido fujimorista, lo cual acarrearía una desaparición de poderes, según alegó Vizcarra.

Esta situación hizo que el presidente peruano planteara una “cuestión de confianza”, por considerar que la elección de los candidatos que se presentaron no garantizan un proceso transparente ni la división de poderes. Y a pesar de que el Congreso está obligado a revisar esta “cuestión de confianza”, decidió empezar con la elección del primer miembro del Tribunal Constitucional el 30 de septiembre de 2019, eligiendo a Gonzalo Ortiz de Zevallos, quien resulta ser primo hermano del presidente del Congreso, Pedro Olaechea.

Y aquí nos preguntamos, ¿por qué tanto escándalo, si ya sabemos que hay corrupción? Pues esta situación tiene mucha, mucha cola qué pisar, pues si tanto el Congreso como el Tribunal Constitucional llegan a ser de ideología fujimorista, todos los procesos que se tienen en contra de los políticos envueltos en el escándalo de Odebrecht, como del expresidente Alberto Fujimori, quien estuvo en el poder desde 1990 al año 2000, podrían detenerse o cerrarse, menciona la nota de la BBC.

Para poner en contexto, Alberto Fujimori tuvo en sus manos la Presidencia de Perú durante 10 años, desde 1990 hasta el año 2000, cuando renunció por fax luego de haber llegado a Japón. Sin embargo, en 2005 fue capturado en Chile y extraditado a su país en 2007.

A Alberto Fujimori se le juzgó y encontró culpable de delitos como corrupción, peculado y de lesa humanidad. Por situaciones como usurpación de funciones, asesinatos de al menos 25 personas, el secuestro de un periodista y un empresario, apropiación de 15 millones de dólares de las arcas nacionales, espionaje telefónico, pagarles a medios de comunicación, comprar congresistas y desvío de fondos de las fuerzas armadas, según la información de Perú21. Delitos por los cuales se le condenó a 25 años en prisión.

En 2017 se le otorgó un indulto por parte del presidente Pedro Pablo Kuczynski, pero fue revertido por la justicia peruana por haber sido considerado un proceso irregular. Y una de las situaciones que se menciona es su posible libertad, de proseguir con la elección del Congreso para el Tribunal Constitucional.

Esto acarrearía, mencionó el presidente Vizcarra, que se entorpeciera el proceso que se tiene por el escándalo de la constructora de Odebrecht, el cual tiene a la también hija de Alberto Fujimori, Keiko, en prisión preventiva hasta abril del año 2020.

Fuentes como El Universal y el NY Times, indican que el escándalo de Odebrecht tiene que ver con que esta empresa constructora de Brasil, con operación en 14 países, presencia en 13 y actividad comercial en más de 100 naciones, pagó sobornos a funcionarias y funcionarios públicos de al menos 12 países, incluido Perú y México, para ejecutar contratos y obras de infraestructura multimillonarias. De esto, la constructora se declaró culpable en la Corte Federal de Nueva York en 2016.

Debido a esto, además de la expresidenta Keiko Fujimori, otros exmandatarios están señalados, como: Pedro Pablo Kuczynski, quien se vio obligado además a renunciar a su puesto, y ahora está en arresto domiciliario; Alejandro Toledo, quien huyó a Estados Unidos; Ollanta Humala, que pasó 9 meses detenido, y sigue en investigación junto con su esposa Nadine; y Alan García, quien se suicidó en abril de 2019 para evitar ser detenido.

El siguiente paso en la investigación del caso Odebrecht era interrogar de nuevo al exdirector de la constructora, Jorge Barata, de quien se esperaban más nombres de congresistas.

Según el discurso del presidente, la disolución del Congreso la puede hacer por una norma constitucional, al haberse negado el Congreso a la cuestión de confianza, aunque las y los congresistas alegan lo contrario.

Por lo pronto el Congreso celebra que Perú tiene a la primera presidenta mujer, mientras Martín Vizcarra y la ciudadanía peruana que salió a las calles hacen lo suyo al ver al Congreso derrocado.

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