La contienda electoral de Estados Unidos sigue dando de qué hablar, pues a pesar de haberse certificado los votos electorales y rectificar la victoria de Joe Biden y Kamala Harris, un gran grupo de simpatizantes de Donald Trump tomaron el Capitolio, en Washington DC, y llevaron a cabo una serie de disturbios para evitar el paso final de la Cámara de representantes.
Simpatizantes de Donald Trump siguen sin dejar caer la derrota por una reelección del actual presidente, y terminaron por irrumpir el Capitolio, lugar donde se llevaba a cabo la sesión donde se certificaría el triunfo de Joe Biden y Kamala Harris.
Donald Trump no dejó de repetir que hubo fraude y haciendo alusión a las elecciones en México señaló que inclusive en nuestro país se utilizan credenciales para votar.
Cientos de personas entraron y tomaron el Capitolio para evitar la transición de gobierno. Por todas partes se veían personas empujando las vallas de seguridad y escalando los muros en escenas que internet tomó como irónicas, dada la similitud con el muro fronterizo impulsado por Donald Trump durante todo su gobierno.
En las fotos que recorrieron todo el mundo se podían ver manifestantes a favor de Trump y supremacistas blancos, personas para quienes la palabra “racismo” no significa mucho.
Ante la escena sorpresiva, agentes de policía del vecino país actuaron como lo hacen usualmente cuando algo parece escaparse de control: disparando contra las y los manifestantes, asesinado a cuatro manifestantes, entre ellas una mujer de nombre Ashli Babbit, que en su tiempo participó en la Fuerza Aérea; así como rociando con gas lacrimógeno a las multitudes. Un joven más se encuentra en estado crítico.
Entre hombres confundidos con miembros de Antifa, un movimiento antifascista catalogado como organización terrorista por el mismo Donald Trump, jóvenes con caras pintadas y cuernos, así como supremacistas blancos, el aún presidente de Estados Unidos pareció intentar hacer su parte para “detener” la toma del Capitolio.
No obstante, sus declaraciones hechas por medio de Twitter, donde pedía a sus simpatizantes se fueran a casa en paz, aunque comprendía su enojo al ver que se robaban la elección, sólo consiguió que tanto Facebook como Twitter bloquearan sus cuentas durante 24 horas.
Tras varias horas de toma, la certificación del conteo continuó, no son sin la activación de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia por parte del Pentágono, quien puso a disposición de la “seguridad” a alrededor de mil 100 soldados.
Al final sólo se ganó un toque de queda, el enojo y la exigencia de la renuncia inmediata de Donald Trump y el triunfo de Joe Biden, quien será envestido presidente de Estados Unidos de América el próximo 20 de enero.
Ahora los grupos legislativos de los dos partidos de Estados Unidos, la Asociación Nacional de Manufacturas y editoriales periodísticas de aquel país piden la destitución del presidente Donald Trump citando la enmienda número 25 de su Constitución, en la cual se indica que quien ocupe la vicepresidencia y la mayoría del gabinete pueden decidir si quien dirige actualmente el país es o no capaz de cumplir con los poderes y deberes del cargo.
Investigación contra Donald Trump
Las publicaciones constantes de Donald Trump podrían levantar una investigación en su contra por incitar a sus simpatizantes, ya que les pidió que “pelearan endemoniadamente”, señaló el fiscal federal de Washington DC, Michael Sherwin.
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