Desde que existen las redes sociales, enterarte de las indiscreciones amorosas de otras personas se ha vuelto cada vez más sencillo. Y crear uno o varios grupos en los que sólo se habla de eso parecía buena idea, hasta que no lo fue.
En días pasados un boom explotó en cuestión de grupos de Facebook, y todo empezó con la temática de saber si una mujer está o estará con un hombre realmente soltero, y así nació: “¿Amiga, es tu novio?”.
Difundir material erótico sin consentimiento de la persona que aparece en él está tipificado como delito en Chihuahua y se paga con cárcel.
Estos grupos, que se desperdigaron como pólvora por todos lados, tuvo su versión chihuahuense. En ella cientos de mujeres empezaron a publicar fotos de sus actuales parejas o de los hombres con quienes estaban iniciando una relación, con la pregunta más frecuente: ¿es novio de alguna?
Lo que parecía un grupo algo inocente, como la típica charla entre amigas, de pronto explotó, pues tenía cada vez más y más miembros, y algún que otro infiltrado.
Todo fue risas y diversión hasta que de pronto surgió la contraparte masculina, con: “Amigo, ¿es tu novia?”. No obstante, muchos de los hombres que decidieron integrarse a este grupo, algunos de los cuales habían sido descubierto con infidelidades, sólo tenían en mente una cosa, castigar a la mayor cantidad de mujeres que participaban en el otro grupo.
Sin detenerse a pensar un poco acerca de las acciones y concentrarse sólo en una idea que parecía única y genial, estos usuarios empezaron a publicar fotos y videos íntimos de las mujeres que preguntaban en el otro grupo sobre sus reputaciones.
Lo que parecía un buen castigo y venganza, sin embargo, es un delito y tiene un nombre: violencia digital. Esta acción refiere a que la persona que comparte el material íntimo con otra, sin el consentimiento de quien aparece en él, está causando un daño psicológico, emocional, de reputación y/o de pérdidas económicas.
Chihuahua es pionero en la tipificación de la violencia digital como un delito, el cual se encuentra establecido en el Código Penal del estado, en el artículo 180 Bis., y dice: “A quien reciba u obtenga de una persona, imágenes, textos o grabaciones de voz o audiovisuales de contenido erótico o sexual y las revele o difunda sin su consentimiento y en perjuicio de su intimidad, se le impondrá de seis meses a cuatro años de prisión y de cien a doscientos días de multa.
“Las penas a que se refiere el presente artículo, se aumentarán en una mitad cuando el delito se cometa en contra de una persona menor de catorce años o que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho o que por cualquier causa no pueda resistirlo, aun y cuando mediare su consentimiento”.
Por lo que algo que comenzó como un intento de terminar con la infidelidad masculina, independientemente de sus razones, terminó con hombres cometiendo delitos penales en contra de mujeres, ¿es justificable?
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