La menstruación representa un paso inevitable en la vida de las mujeres, es un fenómeno fisiológico exclusivo del cuerpo femenino y por tal motivo que requiere de la compra de productos especiales para atenderse. Motivo por el cual una iniciativa buscaba la eliminación del IVA, que finalmente fue rechazada.
En la Cámara de Diputados se buscaba la eliminación del 16% del IVA a los productos de higiene menstrual, iniciativa presentada por la diputada Martha Tagle, reserva que fue aprobada durante la madrugada y que en ese momento fue catalogado como un logro de justicia tributaria para las mujeres.
“En México las políticas públicas y tributarias carecen de perspectiva de género y derechos humanos”. –Paulina Castaño, investigadora de justicia fiscal en Fundar.
Sin embargo, momentos después, y con el argumento de que los 3 mil 400 millones que se recaudan de esto, una fracción de Morena, PT y PES se retractaron, aludiendo a que ese dinero era necesario para construir carreteras e infraestructura. Al final la iniciativa quedó con 218 votos en contra y 185 a favor.
Ante esto en Twitter explotaron un sinnúmero de comentarios y reclamaciones bajo el hashtag #MenstruaciónDigna, que alude al acceso a artículos de higiene menstrual, como toallas sanitarias femeninas, tampones y copas menstruales de menor costo, sobre todo para mujeres en situaciones menos favorecidas.
Diversas mujeres de todos los ámbitos señalaban que la menstruación digna no debía ser un lujo ni un privilegio, ya que es algo que le sucede al cuerpo femenino desde los 11 o 12 años hasta alrededor de los 51, cada mes, durante en promedio siete días.
Antes de presentar la reserva para la tasa cero del impuesto a los productos de higiene menstrual, el grupo plural de diputadas, señaló que el primer punto a observar es que ese impuesto de 3 mil 400 millones de pesos al año es sólo para las mujeres, por lo que no tiene perspectiva de género.
Asimismo, aseveraron que la importancia de tener estos productos para la menstruación de menor costo radicaba en aquellas mujeres que no pueden obtenerlos y que se necesitan para una función básica del cuerpo femenino.
La Unicef, mencionó que las mujeres en México representan el 51% de la población, y el 62% está en edad menstruante, sin embargo, no hay políticas públicas, programas o acciones que se enfoquen en la menstruación.
En un estudio realizado por Essity y Unicef México, y publicado en 2019, indica que en las escuelas en Chihuahua, el 30% de las niñas y adolescentes hacen uso de papel higiénico en lugar de toallas sanitarias, y el 64% de estas niñas mencionaron que fue por falta de toallas sanitarias.
Por otra parte, un artículo publicado en Efeminista, donde se habla acerca de una mujer que ha vivido por más de 20 años en la calle en la Ciudad de México, mencionó que las mujeres en situación de calle deben decidir entre comprar productos de higiene menstrual o comida. Y que esto hace que para ellas vivir en la indefensión económica sea aún más difícil, pues no sólo se enfrentan a la falta de higiene y a posibles infecciones, sino también al tabú mismo de la menstruación.
A pesar de los argumentos a favor de una menstruación digna y de una política tributaria con perspectiva de género, en la Cámara de Diputados terminó rechazándose esta iniciativa, para mantener 3 mil 400 millones de pesos para carreteras.
La menstruación demuestra la desigualdad
La desigualdad que se vive en México sigue siendo marcada con este tipo de situaciones, pues mientras en Twitter se veían los comentarios en favor de la menstruación digna, no faltaban aquellos en contra y que aludían a que los rastrillos para varones tampoco debían tener un impuesto. ¿Qué opinas?
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