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Si no es dorada, también puede ser miel de abeja

Cuando hablamos de miel de abeja, la representación clásica en la televisión nos muestra un líquido dorado, destellante y casi mágico, que al verlo sientes cómo se derrite en tu boca y te llena de una dulce felicidad desde dentro. Aunque considero que ciertamente es un ingrediente que te puede cambiar el estado de ánimo, la verdad es que su color es tan variado como su sabor, e inclusive su presentación.

Nuestros amigos de Apiarios del Cielo, Raúl Chacón y Laura Quiñones, explicaron que, así como en la naturaleza donde las flores y plantas se nos presentan en vastos y muy variados colores, las mieles también obedecen a esta regla, después de todo la materia prima proviene de ellas.

Si quieres apoyar a las abejas en su labor, puedes cultivar flores que les gusten o dejarles agua en un recipiente con canicas para que no se ahoguen.

Las abejas obreras ya tienen una lista de cuáles flores y plantas son buenas para sus cosechas, y estas no las encuentran en todo el año, pues en el caso de las flores, salen dependiendo de la temporada y de la planta de la que estamos hablando.

Recordemos que la miel procede del néctar extraído de las diferentes flores que son visitadas por estos insectos. Al recogerlo, las abejas obreras regresan a la colmena, donde los guardan en compartimentos de los cuales es tomado por otras abejas obreras, cuyo trabajo, debido a su juventud, es ocuparse de los procesos que se hacen en casa. Es decir, la miel es néctar de las flores, procesado por las abejas y enriquecido por ellas mismas, y la cual sufre un cambio químico en un lugar esterilizado donde no crecen bacterias y que baja su humedad, ayudándole a adquirir otras propiedades.

Cuando estas abejas toman el néctar comienzan a quitarle humedad, evaporándola. La guardan en celdas para que durante algunos días la humedad que originalmente llevaba el néctar baje de 12 a 19%, y una vez listo las abejas se encargan de sellar las celdas donde la guardaron. Es en este momento cuando quienes se dedican a la apicultura se dan cuenta que la miel está lista para ser recolectada.

Las flores que más atraen a las abejas son la lavanda, el romero, tomillo, los mezquites, gatuños, miguelitos, huizaches, acacias y mimosas. Dependiendo de dónde se extraiga el néctar, será el resultado tanto de color como de sabor y textura de cada miel, es decir, tiene diferente origen floral, néctar y polen. Y, según nos contaron, mientras más minerales contenga, más oscura se verá.

Las mieles de abeja las puedes encontrar en Chihuahua en tonalidades rojizas, cafés, ámbar, doradas y negras, sin embargo, también pueden encontrarse verdes, azules o moradas. Por lo que, a la hora de comprar este tipo de alimentos, no te dejes llevar por quienes te indican que, si no es dorada no es miel virgen o “buena”.

En Chihuahua, como en todo el mundo, las características de la miel varían de acuerdo con la temporada del año en la cual se recolecta. Pues la naturaleza tiene un tiempo para cada planta según factores como la estación del año, las lluvias, el frío, el viento y el calor.

Por ejemplo, a inicios de primavera, tenemos la proliferación de los mezquites. El néctar extraído de esta planta dará una miel amarillo muy clara como el jugo de piña. Además, al cristalizar se vuelve blanca. Pero al finalizar esta estación, la miel será ahora de gatuño o multifloral, en caso de haber llovido poco, y ésta se caracteriza por ser un líquido ámbar oscuro, además de tener un sabor parecido al piloncillo.

Durante el verano las obreras tendrán a su disposición flores del campo, como la aceitilla y el girasol, que originarán una miel ámbar. También en este tiempo es cuando florece el oreganillo, el cual es el responsable de la miel blanca.

Otras tonalidades que se pueden encontrar en Chihuahua son la tornasol-rojiza con ámbar, las cuales se dan en condiciones impredecibles del clima y que son multiflorales. En nuestro estado se dan básicamente dos cosechas al año, de acuerdo con Apiarios del Cielo, a finales de verano y de primavera.

Así como algunas plantas tienen ciertas propiedades medicinales, la miel, al proceder de ellas, permanecerán con huellas de estas características, aunadas a las propiedades que ha adquirido a lo largo de todo el proceso dentro de la colmena.

La miel contiene sobre todo carbohidratos, como fructuosa y la glucosa, así como enzimas, antioxidantes, aminoácidos, vitaminas, minerales y ácidos orgánicos.  Todos estos ingredientes hacen que la miel tenga varias propiedades, como el ser antibacteriana, tener cierto potencial hidratante, antiinflamatoria y favorece la digestión.

Más amenazas, menos abejas, menos miel

Con las diversas amenazas como el cambio climático o el uso de insecticidas y pesticidas tanto en hogares como en las cosechas, han ocasionado que la población de las abejas disminuya, y esto no sólo representa una amenaza hacia la producción de la miel, sino que puede llegar a romper uno de los eslabones más importantes en el ciclo de la cosecha, que es la polinización. Al no existir agentes polinizadores, de los cuales las abejas son las principales en este campo de acción, las plantas simplemente no pueden crecer y el alimento no se logra. Es por esto que Apiarios del Cielo consideran importante la intervención gubernamental para evitar o disminuir en su mayoría el uso de agentes nocivos para los insectos, como los neocotinoides, y buscar otra manera de cuidar las cosechas de las plagas que pudieran presentarse.

Si ves abejas, recuerda que ellas solo están trabajando por el mundo en el que vivimos, por lo que si no las molestas, lo más seguro es que ellas no representarán un peligro para ti. Y si te topas con alguna colmena o se forma un nido en tu casa no dudes en llamar a los bomberos, Protección Civil o a Apiarios del Cielo (614 183 1258), quienes pueden proporcionarte auxilio.

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