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El nopal mexicano: de la piel sintética al plástico biodegradable

El nopal es uno de los símbolos más importantes de México, es usado desde hace miles de años como alimento y planta medicinal, sin embargo, sus bondades se hacen cada vez más amplias, y ahora se presentan en forma de piel sintética y plástico biodegradable, soluciones que podrían dar un respiro a los problemas del medio ambiente.

Domesticado hace 9 mil años, el nopal fue uno de los alimentos principales de los chichimecas durante el periodo prehispánico, quienes le pusieron de nombre nohpalli o nopalli, “árbol que lleva tunas”.

El nopal y el águila representan las dos fuentes principales de la economía mexica: la agricultura y la guerra sagrada.

En una primera instancia, el nopal, que se encuentra desde el norte hasta el centro de México, se usaba como alimento, así como tratamiento en enfermedades de la piel, pequeñas quemaduras, contusiones, golpes y heridas. Con el paso del tiempo especialistas en el campo de la investigación han demostrado que tiene un alto contenido de fibra, previene la osteoporosis y controla la gastritis, entre otras características.

Entre esas bondades, los empresarios Adrián López y Marte Cázares, en Guadalajara, descubrieron que el nopal es un gran candidato para fabricar piel sintética, 50% orgánica. La cual puede ser usada, debido a que también tiene de base el algodón, en la ropa, el calzado, vehículos, muebles, etcétera.

Adrián López, mencionó que en la actualidad se maneja mucho la piel sintética, sin embargo, las empresas que la usan enfrentan un problema muy grave que es la huella ambiental, es decir, las emisiones de gases de carbono que se necesitan tanto para fabricarlas como para transportarlas.

Es por esta razón que ellos pensaron en crear una prenda agradable con el medio ambiente, la cual además necesita de un mínimo de agua para ser fabricada y contiene aloe vera. Por lo que durante dos años de investigación, según comentaron en una entrevista a El Heraldo de México, consiguieron crear pieles de diferentes tamaños y grosores.

Sin embargo, éste no es el único uso que se le ha dado al nopal, del cual se producen más de 800 mil toneladas al año en México.

Sandra Pascoe, académica de la Universidad del Valle de Atemajac, trabajó sobre las características del nopal, el cual por sus polisacáridos podría ser considerado un ‘polímero natural, o el plástico, dijo a ADN40.

Por lo que decidió aplicar componentes no tóxicos, los cuales mejoran las características que ya posee la planta, como durabilidad y dureza, pero sin quitarle lo biodegradable, por lo que si se llegara a quedar a la intemperie se desharía en dos semanas, o si fuera consumida por algún animal no le haría daño.

El plástico de nopal está pensado para reemplazar plásticos de un uso, como desechables, bolsas y empaques. Éste lo han podido fabricar en forma flexible y suave, así como duro, y de distintos colores. No obstante aún se estudia las diferentes especies de nopales para saber cuál será el más idóneo para ser usado como base de este plástico biodegradable.

Esta cactácea ha demostrado ser muy versátil, sin contar que además es muy fuerte porque requiere de poca agua y pocos cuidados. Ante estas investigaciones, el nopal podría representar una respuesta más a los problemas medioambientales que aquejan nuestro planeta y que cada vez se hacen más visibles.

El nopal y México

En un artículo de la Semarnat, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, se menciona que el nopal es de la familia de las cactáceas, a la cual pertenecen las biznagas, tetechos, choyas y nopales. Éstas se distribuyen desde el sur de Canadá hasta la Patagonia, en Argentina. Hay mil 400 especies, 670 de las cuales viven en México y 508 de éstas son endémicas de nuestro país.

Como dato curioso, indica que hay un debate alrededor del nopal que aparece en nuestro lábaro patrio, pues hay quienes mencionan se trata del nopal cardón u Opuntia streptacantha. Pero también podría ser el Opuntia-ficus-indica, Opuntia tomentosa (nopal chamacuelo), Opuntia lasciacantha (de espinas lacias) o el Opuntia dejecta (la chumbera).

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