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Tenemos derechos, pero para ejercerlos debemos manifestarnos: feministas

La represión policiaca y del Estado en contra de las manifestaciones feministas parecen aumentar este año 2020 y se han vuelto cada vez más violentas, no sólo sumándose los recientes disparos deliberados en contra de las manifestantes y periodistas por parte de la Policía de Cancún, sino la violencia sexual que ejercen las mismas autoridades policiacas, analizó un grupo de expertas feministas.

Los recientes hechos ocurridos en Cancún, Quintana Roo, cuando un grupo de diversas colectivas, manifestantes, familiares de víctimas y periodistas fueron agredidas por parte de elementos policiacos por medio de armas de fuego, así como agresión verbal, sexual y golpes, han desatado un análisis que nos pone en perspectiva la criminalización del movimiento feminista.

“Con la violencia y represión que ejerce el Gobierno, ¿cómo van a seguir justificando que las feministas somos agresivas o que merecemos este tipo de castigos?”. –Paola Alcázar.

Mediado por Itzé Coronel, del periódico Debate; Priscila Salas, vocera de No se Metan con Nuestras Hijas, de Culiacán, Sinaloa; Paola Alcázar, de la Red Quintanarroense Feminista y de la colectiva Maternidad y Crianza con Sentido Feminista Quintana Roo; y Verónica Terrazas, presidenta del Centro de Intervención en Crisis Alma Calma y cofundadora de la Escuela de Formación Feminista Chihuahua, concordaron que protestar y manifestarse es un derecho humano reconocido internacionalmente, y por lo tanto, aceptado por México, en teoría.

A pesar de ello, el discurso de odio por parte de la sociedad en contra de las manifestaciones feministas, gatillado desde la autoridad, señalaron, es una constante que va en aumento y que sólo sirve para calificar a las mujeres como enemigas de la sociedad, a pesar de que solo buscamos se respeten nuestross derechos.

El Gobierno hace ver como si las manifestantes pidieran cosas extrañas, no propias de mujeres, pues no reconocen que también somos personas, con dignidad y derechos establecidos en las leyes; los cuales, para poder practicarlos de manera recurrente, se necesitan de las protestas.

Priscila Salas, recalcó que a pesar de vivir en la actualidad, las autoridades niegan educación, independencia, la disposición del tiempo personal y la libertad del cuerpo a las mujeres, haciéndonos creer que no somos humanas ni personas.

Cuando en realidad toda mujer víctima tiene derecho a manifestarse como ella lo desee, recalcó Paola Alcázar, pues la única manera de conseguir derechos es luchar por ellos. Y viendo el cuadro completo, la autoridad es la violenta, pues es quien tiene las armas y la infraestructura, así como el poder.

El reflejo de esta conducta superior en cuanto a poder se ha demostrado en agresiones de diferente tipo: verbales, físicas y sexuales, violencia que se vio el 5 de abril en La Fe Zacatlán; el 10 de julio, en Guanajuato; el 22 de agosto en León; el 05 de septiembre en Ciudad Juárez; el 10 de septiembre en Culiacán; el 11 de septiembre en Ecatepec de Atizapán; el 27 de septiembre en la Ciudad de México; el 28 de septiembre en la Ciudad de México, Jalapa y Tijuana; el 07 de noviembre en Cuatiplan y Oaxaca; y el 09 de noviembre en Cancún, todos en el año 2020.

Por su parte, Verónica Terrazas, dijo que el movimiento feminista tiene 300 años de antigüedad, no es algo de hoy ni de moda, como quieren hacerlo ver. La realidad es que los derechos de las mujeres no se respetan y se dejan muy por debajo de los derechos de los hombres, y las víctimas de la violencia de género sufre aún más esta realidad.

Sin embargo, a pesar de las agresiones, de la satanización y el desprestigio, la lucha debe continuar, porque es la única manera en que al final se harán valer los derechos.

Profundiza en este análisis de activistas feministas

¿Quieres ver el análisis completo? Entra al periódico Debate a través de esta liga para revisarlo.

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