La religión, el pueblo, la democracia y la libertad fueron bases importantes por las cuales José María Morelos se inspiró para escribir los “Sentimientos de la Nación”, documento que sirvió de raíz para el gobierno de la República Mexicana.
Durante el miércoles 25 de septiembre de 2019, en la clase de Filosofía Ética, dada por el filósofo Carlos Ordóñez, tocamos el tema de “Sentimientos de la Nación”, ese escrito que fue hecho por José María Morelos en busca de una constitución que organizara de manera concreta la República, a la cual en ese momento se le llamaba América.
Luego de la destitución y muerte de Miguel Hidalgo, Ignacio López Rayón asumió la batuta del movimiento independentista, mientras José María Morelos avanzaba ganando territorio como el gran estratega militar que fue.
Durante la Suprema Junta Gubernativa de América, en Zitácuaro, Ignacio López Rayón estableció que se debía imponer un gobierno monárquico, es decir, que México fuera un segundo reino, bajo la corona de Fernando VII. Sin embargo, José María Liceaga, José Sixto Verduzco y el propio López Rayón, quienes conjuntaban el Congreso, no llegaban a un acuerdo; y al estar en medio de una guerra, salvaron el pellejo gracias al ejército de Morelos.
Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud: “Sentimientos de la nación”, José María Morelos.
Al notar que Zitácuaro no tenía futuro, Morelos convocó a un nuevo Congreso para tratar de construir una constitución, situación que López Rayón secundó. No obstante, ambos tenían puntos de vista muy diferentes, pues mientras López Rayón mantenía una visión monárquica, donde Fernando VII era el centro del gobierno, y la cual establecía en un documento de nombre “Elementos constitucionales”; Morelos quería una nación republicana, donde el pueblo tomara sus propias decisiones.
Por lo que el 14 de septiembre de 1813 se instaló el Congreso de Anáhuac, en Chilpancigo. Durante la apertura, el cura José María Morelos y Pavón presentó su propuesta constitucional, llamada “Sentimientos de la nación”. Con este texto él pretendía inspirar al Congreso para que tomara la decisión y se construyera una nación republicana.
En la clase se mencionó un punto importante: los primeros movimientos nacionalistas van a ser proteccionistas, es decir, se van a enfocar en la protección de la gente para empezar con la construcción de la nación.
Durante la clase de Ética, el filósofo Carlos Ordóñez trató los cinco primeros puntos de los 38 que constituyen los “Sentimientos de la nación”. Y el primero dice: “México es libre e independiente de toda otra nación”. Morelos, al no ser un conservador, especificó con esto que la nación no necesitaba un rey, sino una república.
El segundo punto tiene que ver con el catolicismo, pues decía: “La religión católica será la única sin tolerancia de otra”. En este punto, el filósofo señaló que Morelos era primero que nada un estratega, y el tener una sola religión creaba un país único e indivisible, que afianzara la independencia por la cual se estaba luchando.
Además, aseveró que en ese momento la inspiración independentista colgaba de Francisco Javier Clavijero, quien era un gran ilustrado y creía en fusionar la visión de la razón con la ideología católica. Su teoría filosófica no veía la necesidad de pelearse con la religión.
El tercer punto dictaba que: “Todos sus ministros se sustentes de todos, y sólo los diezmos y primicias, y el pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda”. Es decir que los curas, obispos, etcétera, tenían prohibido cobrar a la gente dinero que ésta no quisiera darles. Nos recordó que en ese tiempo la Iglesia se ocupaba de cobrar impuestos, y de no pagarse las personas estaban incurriendo en delitos.
En el cuarto punto decía que: “La América es libre e independiente de España y de cualquier otra nación”. La idea de Morelos era deshacerse de los reyes y el constante desangre que el país europeo tenía sobre México en ese momento, pensaba en una independencia completa.
Y el quinto mencionaba que: “La soberanía dimana del pueblo”. En este punto, cabe señalar que la soberanía era un concepto teológico, y al provenir de la religión dictaba que la soberanía era de Dios y, por tanto, de los reyes. Sin embargo, Morelos ahora le entregaba este poder al pueblo, para tomar sus propias decisiones.
Carlos Ordóñez, explicó que quienes se dedican a la historia y a la filosofía toman los “Sentimientos de la nación” como un texto que está encaminado un poco más a la religión, pero que en realidad no son tan fervorosos. La idea de Morelos era mantener un país unido y durante 300 años la Nueva España se había construido sobre los cimientos del catolicismo, por lo que sería desastroso simplemente haberlos hecho de lado, y tener una apertura religiosa en ese momento habría dado origen a una división política.
Asimismo, mencionó que el problema más grande que hemos tenido no ha sido en sí la religión, sino la corrupción política. Pues desde los reyes católicos, la idea radicaba en que no tenían que darle cuentas a nadie y lo podían todo, convirtiendo a la religión en un instrumento.
A pesar de todo esto, el Congreso, el cual representaba al pueblo y se constituía de 12 personas, eran en su mayoría conservadores que aún creían en la monarquía. Y al ser Morelos un fiel sirviente de la democracia siguió a esta mayoría, que al final terminó en su caída estrepitosa y su tortuosa muerte.
Aunado a que la constitución llegaba para dar claridad a los estados, y que con los “Sentimientos de la nación” empezaba a coquetear con una división de poderes, pues sabía que dejar todo el poder en unas solas manos sólo daría carta blanca a una dictadura.
“Sentimientos de la nación”, por una nación única e indivisible
Durante la clase, estudiantes alzaron la mano para dar sus puntos de vista, los cuales siempre son bienvenidos. En ellos se mencionó que algo que no se toma mucho en cuenta era que ambos lados eran católicos, e inclusive Miguel Hidalgo y José María Morelos eran teólogos. Pero, consideraron que la religión era algo más personal, que no interfería en su pensamiento independentista ni en la necesidad de crear una nueva nación. Por lo que la oposición a la monarquía, a los reyes católicos, no portaba una bandera atea, sino todo lo contrario.
En la próxima clase veremos a Leona Vicario, la máxima espía de la Independencia. Si gustas asistir es totalmente gratuito, a las 8:00 de la mañana en el Congreso del Estado, todos los miércoles. Sólo debes preguntar por la clase de Ética del licenciado Carlos Ordóñez. Si quieres ver la clase pasada te dejo la liga al video.
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